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ACB

Cuento de Navidad en Alicante

El Lucentum es el equipo revelación de la Liga Endesa tras rozar la desaparición en verano

El pasado junio, el Lucentum estaba al borde de la quiebra. El club había logrado la salvación con apenas nueve victorias pero no se veía solución para la deuda de 9,5 millones de euros del club -con la Caja de Ahorros del Mediterráneo Hacienda, la Seguridad Social y algunos exjugadores como principales afectados-. Sin embargo, seis meses después, cuando el juzgado acaba de aprobar el concurso de acreedores, el equipo está cómodamente emplazado en puestos de playoffs -suma las mismas victorias que el curso pasado, nueve, a sola una del Real Madrid y del Barcelona-, acariciando ya el billete para la Copa y la salvación, el objetivo que se había fijado para el final de la temporada.

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"Nadie se esperaba esto. El secreto ha sido formar un gran grupo", asegura Pedro Llompart, el segundo jugador que ha dispuesto de más minutos en el conjunto alicantino, "solo continuamos tres jugadores del año pasado y hay otros que no conocían la categoría. Hay mucho trabajo detrás de este equipo. La situación en verano fue muy complicada, sobre todo porque sabíamos que las soluciones no dependían de nosotros. Un día parecía que nos iban a dar a todos la carta de libertad y al siguiente que venía otra gente a hacerse con el club. Había mucha incertidumbre. Pero gente como Luis Castillo [presidente] y Juan Antonio Iniesta [vicepresidente] se empeñaron en que el club saliera adelante". A la hora de integrar a los nuevos, Llompart explica que optaron por hacer tabla rasa: "Entonces decidimos olvidar el pasado y tratar de que los nuevos oyeran las menos cosas posibles sobre las cosas que habían ocurrido la temporada anterior [en la que los impagos fueron constantes]. Los directivos nos dijeron que este año solo tendríamos que preocuparnos de jugar y de momento están cumpliendo".

Los cimientos parecían endebles y poco atractivos para captar nuevas caras, pero la entidad se las ingenió para hacerse con, entre otros, Kyle Singler -que sorprendió aprovechando el cierre patronal para desembarcar en Alicante- y Kaloyan Ivanov -que tuvo que reducir la ficha que percibía en el Cajasol-. "No me importó bajarme el salario", explica el pívot, "le dije a mi representante que quería un equipo en el que me sintiera cómodo, importante. En Sevilla pagaban bien, pero no me sentía así". El búlgaro, que asegura que de momento no hay problemas en los cobros, admite que está en su "mejor temporada", convirtiéndose en el líder del equipo. Ya ha ganado tres MVP de la jornada, un galardón que nunca había conseguido, pero insiste en subrayar la labor del conjunto: "No tenemos estrellas como el Madrid y el Barcelona". Teoría que comparte Llompart: "Nosotros no ganamos a nadie con tranquilidad. Sin sudar no ganamos. No somos de los equipos a los que les bastan 10 minutos buenos para ganar un partido, ni nos vale con la inspiración de un solo jugador". "El equipo tiene una mentalidad defensiva tremenda. Necesitamos orden delante y ser fuertes atrás, porque este equipo, con los jugadores que tenemos, necesita jugar a pocos puntos para ganar", explica Álex Urtasun, uno de los pocos supervivientes de la campaña pasada.

El fantástico arranque del equipo ha ahuyentado la amenaza que supondría un descenso para el futuro económico del club, hasta el punto de que los jugadores reivindican la calma en la que viven, algo impensable hace apenas unos meses. "Las victorias dan mucha tranquilidad. Ahora tenemos un margen de error terrible", celebra Urtasun. La dinámica positiva ha conseguido que los encuentros apretados que el año pasado caían en su contra este año les sonrían. "La ansiedad lleva a tomar malas decisiones, y este año la ansiedad brilla por su ausencia", remata. Inercia ganadora que de momento han logrado mantener tras la marcha al Madrid de Singler, decisivo en varias de las victorias del equipo. "Es una tontería decir que no nos va a afectar su salida", admite Urtasun. "Queramos o no nos va a afectar. Pero todos tenemos nuestro orgullo, así que ha hecho que ahora queramos suplir su baja", reconoce Llompart. "La última jornada, ante el Murcia, jugamos seguramente el peor partido del año, pero demostramos que somos un grupo", postula Ivanov.

El Alicante se ha apresurado a tapar el hueco dejado por el norteamericano con el fichaje Andy Rautins. Sin embargo, el protagonista seguirá siendo, según los jugadores, Txus Vidorreta, el técnico que cogió las riendas del equipo el año pasado y que este curso parece haber dado con la fórmula, tras haber asegurado en verano: "Sigo, pero necesitamos un proyecto más serio". "Es el jefe, el centro del grupo", señala Urtasun. "Mi juego ha mejorado tanto gracias a él. Sobre todo ofensivamente. Me ha dado la confianza y la libertad para jugar al baloncesto como sé. Y, como equipo, es de los más unidos en los que he estado en mi carrera", recalca Ivanov. "Es de los entrenadores que mejor prepara los partidos. Antes de los encuentros te da todos los detalles del rival", pormenoriza Llompart. Tarea que a buen seguro habrá vuelto a realizar para la visita de hoy al Fuenlabrada (20.45). Un paso más en el camino a la salvación, a la Copa y, quién sabe, a los playoffs, aunque en Alicante todos prefieran andar con pies de plomo. "Si te digo la verdad, a mí me obsesiona lograr la salvación lo antes posible", reafirma Llompart. Un sueño que parece haberse quedado pequeño.

Los jugadores del Lucentum celebran una victoria.
Los jugadores del Lucentum celebran una victoria.CARLOS RODRÍGUEZ (Diario As)

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