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Mitad de camino para el Depor

El equipo coruñés supera al Villarreal B (1-0) y acaba la primera vuelta como líder de Segunda División

Atrás quedan Alcorcón y Alcoy, donde cayó entre el estrépito y la vergüenza, escenarios donde pagó el peaje de una categoría, la de los campos estrechos y los vestuarios angostos lejos de lujos y oropeles, que no perdona a quien trata de dominarla a golpe de currículo. Superados los vaivenes de las lesiones musculares, las mismas que lastraron al equipo en su última temporada en Primera, el Deportivo es líder, campeón de invierno. Nada insospechado, pero sí sufrido porque no hay suficiencia en los resultados de un equipo en números de ascenso: hace un año el Celta llegó a los 43 en la mitad de la temporada y se quedó fuera de las dos primeras plazas, pero desde que en 1997 la Segunda División la componen 22 equipos, tan solo en esa oportunidad no sirvieron 42 puntos tras la primera vuelta para garantizar el éxito final.

En el caso del Deportivo la estadística acompaña más que las sensaciones. "Ya tenemos afianzadas las ideas defensivas y ofensivas", defiende José Luis Oltra, el entrenador en el que el presidente Augusto César Lendoiro confió para capitanear un ascenso imperativo. Con 99 millones de euros de deuda reconocida, el decano de los presidentes del fútbol profesional ha apostado a todo o nada. Por eso su desasosiego ante lo que por momentos se le transmite desde el césped, también es su esperanza. "Tenemos potencial para hacerlo mucho mejor", reconoció ayer tras superar al Villarreal B (1-0) en un partido en el que el joven equipo amarillo envió tres remates al larguero en la primera media hora y muy al final se sentenció con un gol en propia puerta.

Pero el Deportivo llega con fuerza y si alguien lo duda ahí está Oltra para mostrar los números. "Llevamos seis victorias consecutivas y de los últimos seis partidos fuera de Riazor en cinco no nos han metido gol", ilustra. Lo cierto es que el equipo ha matizado sus errores iniciales, tibio como estaba a domicilio, vulnerable para recibir goles. Poco afecto a los cambios, el técnico ha introducido tres cambios en su equipo base para retirar del once a dos de las piezas más criticadas por la afición. Aythami y Jesús Vázquez, que empezaron la campaña como titulares, ni siquiera entraron en la última convocatoria. Salieron del equipo a raíz de sendas sanciones por acumulación de amonestaciones en beneficio de Zé Castro y Juan Domínguez y, casualidad o no, el equipo encontró el fútbol y la solidez que no tenía. Todo el mecano se ajustó más cuando Bruno Gama ocupó el espacio de Salomão en aras del equilibrio y la solidaridad defensiva. Además, aparcadas las invocaciones veraniegas al buen fútbol y la vistosidad en la victoria, Oltra todavía guarda una vuelta de tuerca más y siempre tiene presto el trivote con Borja en detrimento de Valerón.

El veterano mediapunta ha asumido esta temporada como un desafío personal. Faro del equipo, consejero de los jóvenes, próximo a entrenador y presidente en el intercambio de opiniones, su categoría emerge sobre todo en Riazor, feudo del que de 33 puntos disputados tan solo dejó de sumar cinco el Deportivo. Es ahí donde gana valor el sostén de la grada, ejemplar e intimidadora para rivales que no están acostumbrados a manejarse ante 30.000 personas. "El equipo está muy por debajo de su afición", se cansó de reconocer Oltra durante muchas semanas. Y ante ella Valerón juega a placer, bien secundado por Guardado. La continuidad del mexicano, que acaba contrato en junio, como la de Aranzubia, son apuestas que llevan la rúbrica de Lendoiro, que prefirió no atender al mercado y armar un equipo ganador. Ahora se ve campeón de invierno, "un título honorífico que supone más por los puntos que le llevamos a los demás -tres puntos al Valladolid, segundo clasificado- que por otra cosa". Pero la historia muestra que los últimos cinco que lo lograron (Betis, Hércules, Xerez, Numancia y Valladolid) abandonaron la categoría cinco meses después. Sería el segundo ascenso de Lendoiro, que acaricia un hito que echa de menos y que llama la atención en un campeón de Liga, Copa y Supercopa: "Nunca he sido campeón de Segunda".

Los jugadores del Deportivo celebran un gol.
Los jugadores del Deportivo celebran un gol.EFE

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