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Hercúleo Llorente

Un triplete del delantero del Athletic tumba a un voluntarioso Rayo, que cede su sexta derrota en casa en un choque con más goles que fútbol

Por elevación. Con el remate aéreo como medio y como fin, y Llorente como fetiche, el Athletic hizo caja en Vallecas. Tres goles de su delantero -dos de ellos de cabeza, como 15 de los 30 que suman los de Bielsa-, destartalaron al Rayo, con tiritona cuando el balón sobrevolaba su área ante la inabarcable figura del punta.

La tarde arrancó con biruji, pero antes de que comenzara a caer la escarcha Vallecas se caldeó a base de goles. Ambos equipos se lanzaron a la carrera para desentumecerse y entretuvieron a la parroquia con dos propuestas tan caóticas como divertidas. Una ida y vuelta con poca elaboración y mucho premio. El primero en encontrarlo fue el Rayo. Los de Sandoval sonrojaron a la defensa rival con un saque de esquina que lanzó Trashorras, peinó Piti y empujó Michu en el área pequeña ante la pasividad de los centrales rojiblancos, que asistieron pusilánimes a la carambola.

RAYO VALLECANO, 2 - ATHLETIC, 3

Rayo Vallecano: Dani Giménez (Cobeño, m. 55); Tito, Arribas, Labaka, Casado; Javi Fuego, Movilla; Trashorras, Michu, Piti (Delibasic, m. 75); y Tamudo (Rayco, m. 24). No utilizados: Rafa; Diamanka, Michel y Perea.

Athletic: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Iñigo Pérez, David López; Susaeta (Muniain, m. 63), Llorente y Toquero (Ander Herrera, m. 82). No utilizados: Raúl; Koikili, Ekiza, Galarreta y Peña.

Goles: 1-0. M. 11. Michu. 1-1. M. 16. Llorente. 1-2. M. 23. Llorente. 2-2. M. 27. Arribas. 2-3. M.67. Llorente.

Árbitro: Paradas Romero. Amonestó a Casado (min. 17) y Rayco (min. 81) por el Rayo Vallecano; a Íñigo Pérez (min. 8), Susaeta (min. 25) y Toquero (min. 40), por el Athletic.

Unos 12.000 espectadores en el estadio de Vallecas.

Pero apenas cinco minutos después, el conjunto de Bielsa encontró a su piedra angular y afinaron la puntería. Íñigo Pérez colgó un balón funcionarial a la frontal del área vallecana y Llorente lo remató con abrumadora sencillez anticipándose al propio Michu, encargado de sujetar sin éxito al corpachón internacional.

Comprobado el éxito del procedimiento rutinario. El Athletic no tardó en tramitar otra solicitud de gol. Otro pase en largo. Otra vez Llorente en el horizonte y otra vez el delantero aprovechando a partes iguales su envergadura y su destreza para batir a Dani Giménez. Esta vez fue Arribas el que quedó retratado, esta vez fue con la diestra y no con la testa.

Excelsos cuando buscan la puerta contraria, los de Bielsa flaquean cuando se trata de proteger la propia y, sin solución de continuidad, otro arreón del Rayo destapó las costuras de la zaga rojiblanca. En su primera carrera, Rayco, que acababa de sustituir al lesionado Tamudo -rotura del cúbito y el radio-, se escapó con soltura por la banda derecha y su centro plano lo convirtió Iraizoz en un regalo. El guardameta rojiblanco dejó escapar la pelota que quedó mansa a los pies de Arribas a un palmo de la línea de gol, el central aprovechó la bicoca.

Para entonces, entre la pereza y el pragmatismo los dos equipos se habían entregado al patadón sin transitar por el centro del campo. Y en el duelo de áreas se agigantó Llorente. Hercúleo en cada salto, inapelable en cada remate e incontenible para la defensa rayista, el punta cazó el tercero -11 en lo que va de Liga- a pase de Toquero y tumbó el voluntarismo del Rayo, que languidece en casa con cuatro derrotas en los cinco últimos partidos.

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