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Navarro abrillanta al Barça

El Barça, de la mano de su capitán y de Lorbek, se sobrepone y supera al Zalgiris

No fue un partido tan fácil para el Barcelona Regal como parece dar a entender el contundente 94-80. Tuvo que sobreponerse a un Zalgiris que respondió al estereotipo del baloncesto lituano: primacía del talento, buena lectura del juego especialmente en su vertiente ofensiva y una sorprendente capacidad para cambiar el ritmo de juego. Eso, y dos jugadores de calidad contrastada, un pívot a veces tosco e inconstante pero a veces resolutivo como Javtokas, expivot del Valencia, y un alero muy escurridizo como el exjugador de los Raptors de Toronto, Weems, le dieron no pocos quebraderos de cabeza al Barcelona. Los resolvió gracias a la consistencia que llebva demostrando toda la temporada Lorbek y a las irrupciones de Navarro, desequilibrantes, reconstituyentes y contagiosas para sus compañeros.

BARCELONA REGAL, 94; ZALGIRIS KAUNAS, 80

Barcelona Regal: Marcelinho (14), Eidson (8), Ingles (5), Lorbek (19), Perovic (1) -equipo inicial-; Sada (0), Navarro (16), Vázquez (11), Wallace (5), Ndong (4) y Mickeal (11).

Zalgiris Kaunas: Kalinetis (9), Weems (17), Lipkevicius (0), Jankunas (12), Javtokas (13) -equipo inicial-; Delininkaitis (11), Rakovic (12), Klimavicius (0), Salenga (0) y Collins (6).

Parciales: 23-18, 19-25, 21-16 y 31-21.

Árbitros: Cerebuch (Italia), Sahin (Italia) y Javor (Eslovenia).

Palau Blaugrana. 3.565 espectadores.

Mediado el partido Xavi Pascual constató un grave problema en su contingente. Demasiados jugadores no conseguían dar pie con bola. Sada no logró avivar el ritmo de juego cuando relevó a Marcelinho; Mickeal no pudo frenar a Weems ni tampoco anotar; Perovic tampoco pudo contener a Javtokas; y Ndong, fue visto y no visto.

A los que llevaban el peso del juego, les costó marcar diferencia. Lo consiguieron al principio (28-18), tras un triple de Navarro. El capitán azulgrana continúa el proceso para recuperar su mejor estado de forma después de sus problemas de fascitis plantar y no fue titular. Llámese dependencia o llámese necesidad, su importancia para el equipo quedó expuesta en el tercer cuarto. Tiró del equipo con su maravillosa capacidad para desequilibrar la defensa más indescifrable.

Cuando mejor le iban las cosas a la escuadra de Pascual, el Zalgiris revolucionó el pulso y, con u parcial de 1-13, tomó la delantera y llegó a dominar por cinco puntos (36-41). Defendió de forma espléndida y atacó con inteligencia. Obtuvo ventajas a base de rapidez e inteligencia en la circulación del balón. Javtokas se explayó con comodidad cerca del aro y Weems encontró espacios para descoser la defensa y para exhibir su capacidad resolutiva. El Zalgiris fue más agresivo en defensa y cometió muchas más faltas.

Pero el Barcelona consiguió cerrar la hemorragia. Escarbó cerca del aro, lo cual le permitió sumar 12 puntos más que el Zalgiris desde la línea de tiros libres, y forzó muchos errores en la circulación del balón del equipo lituano, que acumuló siete pérdidas más. Una vez destrabado el juego, superado el susto, el Barcelona logró rendir en bloque y desprendió chispas de brillantez apra certificar una tercera victoria que, mediado el Top 16, le acerca a la clasificación para los cuartos de final.

Navarro protege el balón ante Rakovic
Navarro protege el balón ante RakovicAlbert Olivé

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