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FELIPE REYES | Plata en baloncesto

“Perdimos, pero nos supo a gloria”

Felipe Reyes, pívot del Madrid, se muestra orgulloso de la extraordinaria final frente a EEUU en los últimos Juegos

Robert Álvarez
J. M. COLOMO (CORDON)

Felipe Reyes (Córdoba, 1980) forma parte del cogollo de la generación más exitosa en la historia del baloncesto español, la que ha sido capaz de ganar un Mundial y dos Europeos y competir de tú a tú con la flor y nata de la NBA. Y esa es una de las mayores expectativas que planean en vistas a la cita olímpica de Londres 2012, una segunda entrega del primoroso pulso entre la selección española y los tenores de la NBA, con Kobe Bryant, LeBron James, Dwight Howard, Kevin Durant... Hace casi cuatro años, en Pekín, estuvieron a punto de reventar al equipo de las estrellas (107-118) a base de atrevimiento, calidad y solidaridad.

Pregunta. ¿Serán todavía más competitivos ahora que en 2008?

El ambiente del vestuario sigue siendo el mismo que en 2008

Respuesta. Entonces lo fuimos, y muchísimo. Hemos mantenido ese nivel, con el añadido de que somos jugadores con más experiencia. Vamos cumpliendo años, consiguiendo cosas, dos Europeos, y eso es bueno. Seguimos siendo el mismo equipo, con algún retoque y algunos jugadores que ya no están. Conservamos el mismo tipo de equipo y con un aspecto muy importante, el maravilloso ambiente que existe en el vestuario, que sigue siendo el mismo que en 2008.

P. ¿La selección alcanzó el tope de su rendimiento en aquella final olímpica?

Quedó la sensación de que pudimos ganarles, incluso de que lo merecimos

R. Sí, junto con la del Mundial de Japón. Más que con la final, con todo aquel campeonato de 2006. El Mundial fue nuestro primer gran éxito al más alto nivel, algo fantástico porque ganamos todos los partidos, la mayor parte de ellos con una autoridad tremenda y con un juego espectacular. Nos divertimos y la afición pudo gozar muchísimo de nuestro juego. Pero también es cierto que fue muy bonito jugar la final olímpica. Todo el mundo, y todo el mundo quiere decir todo el mundo, estuvo pendiente de aquella final. Competimos hasta el último segundo contra los mejores jugadores del mundo. Quedó la sensación de que pudimos ganarles, incluso de que lo merecimos. Nos supo a gloria, pese a que perdimos. Somos ganadores y al principio la derrota nos cabreó.

P. ¿Se nota en la cancha el apoyo del público neutral cuando juegan contra Estados Unidos y, al contrario, el apoyo a sus rivales cuando España es la favorita?

R. En la pista lo notamos. La gente no desea que gane Estados Unidos. Es la selección más fuerte, la favorita a la medalla de oro, y a la gente le gusta ver otras selecciones que puedan plantarle cara y ganarle. En los Campeonatos de Europa nos sucede muchas veces al revés. Los aficionados neutrales suelen apoyar a las selecciones que juegan contra nosotros, porque ya se parte de la base de que España es la máxima favorita al título.

R. Ni siquiera pensamos en ello. Queda mucho y pueden pasar muchísimas cosas. Lo esencial será que estemos al cien por cien todos, sin lesiones. Somos conscientes de que hay selecciones muy fuertes que estarán allí. Pero tenemos mucha confianza en nosotros mismos porque, con algunas excepciones, llevamos mucho demostrando que somos competitivos al máximo nivel. Esa trayectoria es muy importante y nos da más confianza, nos permite ser más fuertes mentalmente.

P. En los Europeos de 2009 y de 2011 no empezaron demasiado bien. ¿Qué importancia tendrá eso si vuelve a suceder en Londres?

R. Es cierto. La experiencia en los últimos campeonatos nos demuestra que nos cuesta entrar en competición. Luego sacamos lo mejor de nosotros mismos en los partidos a vida o muerte, cuando empiezan los cruces. Pero eso puede resultar peligroso y ojalá en Londres podamos demostrar nuestra fortaleza desde un principio.

P. ¿Qué importancia concede al papel de los seis jugadores de la selección que compiten en la NBA?

R. Es vital para el baloncesto español que los que van allí lo hagan bien para que luego se mire al jugador español con otros ojos, para ganarnos el respeto que merecemos. Pero, de cara a la selección, la Liga española es muy fuerte. No porque una serie de jugadores compitan en la NBA vamos a ser más fuertes. Pongo como ejemplo a Navarro, que es un jugador que estuvo allí. Siempre ha sido un referente. Destacó allí y también ha demostrado aquí que es el mejor escolta de Europa. No porque jugara allí es mejor o peor. Los rivales siguen temiéndole. Mientras el jugador español lo haga bien, perfecto, sea aquí o allí.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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