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LIGA DE CAMPEONES

La huella de Juande en el CSKA

El preparador físico Paulino Granero y el fisioterapeuta Juan Candau forman el tándem español en el rival europeo del Madrid

Granero charla con Onopko durante un entrenamiento del CSKA.
Granero charla con Onopko durante un entrenamiento del CSKA.D. RODRÍGUEZ

Juande Ramos solo estuvo dirigiendo al CSKA entre el 10 de septiembre y el 26 de octubre de 2009. Llegó con un contrato de tres meses para sustituir al brasileño Zico, pero apenas estuvo 46 días. Sin embargo, dejó impresa la impronta de su equipo de trabajo en el club ruso, rival el martes del Madrid en la ida de octavos de la Liga de Campeones.

A Juande lo acompañó una vez más el preparador físico de sus equipos y casi su mano derecha, Marcos Álvarez, coprotagonista de los éxitos del Sevilla que consiguió dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y la Supercopa posterior. Cuando ambos fueron despedidos, la directiva del CSKA consultó con Álvarez el nombre de un preparador físico español que pudiera continuar su tarea. Y dio el de Paulino Granero, entonces en el Betis que entrenaba Antonio Tapia. El equipo ruso quiso ficharlo ese mismo invierno, pero Granero concluyó la temporada en España y se incorporó al CSKA el verano de 2010.

Granero aterrizó en el CSKA por recomendación de Marcos Álvarez, ayudante de Juande

“Fue un cambio radical porque Moscú es una ciudad gigante y todavía nos estamos adaptando”. Granero habla en plural porque meses después pudo llevarse a Moscú al fisioterapeuta, osteópata y recuperador Juan Candau, con quien hace tándem. Pero mientras Juan se ha llevado a toda la familia, “incluyendo al perro”, a Rusia, Paulino vive la mayoría del año en la ciudad deportiva del CSKA. “Solo alquilo una casa cuando vienen familiares a quedarse temporadas largas”.

Tienen pocos problemas con el idioma. No tanto por el ruso que hablan tras las clases particulares que han tomado o por el traductor que les ha puesto el club, sino porque el ayudante del entrenador Leonid Slutski es Viktor Onopko, que jugó durante ocho años la Liga española, siete en el Oviedo y el último con el Rayo Vallecano. Pero cuando las frases con los jugadores van más allá de las palabras jarasho (está bien) o bol (dolor), las dos que más usan, las cosas se complican.

Juan Candau, durante un entrenamiento.
Juan Candau, durante un entrenamiento.DAVID RODRÍGUEZ

Paulino, de 41 años, comenzó preparando en el CAR de Madrid a la selección femenina de hockey sobre hierba tras los Juegos de Barcelona y llegó a estar unos meses en el club Al Ittihad, de Arabia Saudí, antes de llegar al Betis. La gran diferencia y dificultad que plantea poner a punto un equipo ruso es que hacen dos pausas a lo largo del año, una de tres semanas en verano y la de un mes en invierno, lo que implica programar sendas pretemporadas.

De la que han hecho en el Mediterráneo español para preparar la eliminatoria contra el Real Madrid cuenta que para llegar con posibilidades de competir “tienes que empezar con un volumen muy alto de trabajo y asumir más riesgos de lesiones con un plan de entrenamientos que potencie la fuerza y la velocidad”. Jugar la Liga de Campeones en febrero para un equipo ruso “es como disputar la previa de la competición para un equipo español en agosto”, relata. Por eso disputaron a principio de febrero un torneo en Marbella contra el Lech Poznan, Rubin Kazan y Dinamo de Kiev. Y por eso solo un equipo ruso ha superado los octavos de final de la Liga de Campeones, aunque sucede que fue el mismo CSKA hace dos años contra el Sevilla, ya con Slutski como entrenador.

Juan Candau cuenta que la ciudad deportiva del CSKA es comparable “a la que puede tener el Villarreal”, aunque el tamaño del club y sus secciones es comparable al mismo Barcelona. El preparador tiene 30 años y su experiencia se limita a siete temporadas en las categorías inferiores del Betis. Estudió INEF y Fisioterapia, pero se ha decantado finalmente por la segunda opción. Ahora se dedica “al trabajo preventivo” con los jugadores.

La ciudad deportiva del club ruso es comparable “a la que puede tener el Villarreal”, indica Candau

La estancia en Rusia les ha dado ya para multitud de anécdotas y sufrimientos. En la Premier League rusa, “como en España, cuatro o cinco equipos pagan muy bien”. Por eso han emigrado jugadores como César Navas, Rodri, Zapater y Marc Crosas. Pero su inmensidad da para que haya ciudades donde juegan con cuatro horas de diferencia horaria respecto a Moscú. O para disputar el último partido de liga antes del parón, ya entrado diciembre, en la ciudad siberiana de Perm, contra el Amkar, a más de 20 grados bajo cero. “No he pasado más frío en mi vida”, recuerda el recuperador sevillano.

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