_
_
_
_
_
ATLETISMO

El último aliento del Emperador

Gebrselassie, que perdió el récord de maratón en septiembre, se juega en Tokio la posibilidad de llegar a los Juegos de Londres

Amaya Iríbar
Haile Gebrselassie, en el maratón de Nueva York de 2010.
Haile Gebrselassie, en el maratón de Nueva York de 2010. AFP (AFP)

Haile Gebrselassie es una leyenda. No solo del atletismo, donde es considerado el mejor fondista de la historia, sino del deporte mundial. Pero la leyenda tiene ya 38 años largos y ha visto cómo un jovencito llamado Patrick Makau le quitaba el récord de maratón hace unos meses. Por eso ahora no solo corre para ganar. Corre también contra la lógica, que dice que su tiempo, el de los grandes récords y los triunfos gloriosos, es pasado. El etíope se encuentra este fin de semana en Tokio, donde intentará romper esa racha negativa y lograr la mínima para correr el maratón olímpico el verano que viene por las calles de Londres.

“He llegado en muy buena forma”, ha reconocido el etíope a los periodistas en Tokio, recoge la agencia Reuters. “He sido muy cuidadoso el último mes para no repetir errores del pasado”.

Se refería Gebrselassie a esa caída que sufrió durante un entrenamiento, que le obligó a renunciar al maratón de Tokio, y que fue solo el principio de su particular nube negra. Esa que luego le impidió terminar en Berlín -su carrera favorita, donde batió dos veces la plusmarca mundial- por un ataque de asma y le obligó a ver, desde la barrera, derrotado por su propio cuerpo, el triunfo total de Makau. El récord del mundo. El keaniano, de 26 años, borró las 2h 3m 59s del libro de historia y escribió sus 2h 3m 38s que ahí siguen. Tampoco logró terminar en Nueva York.

“En el maratón tú corres contra la distancia, no contra el atleta”, ha dicho ahora Gebrselassie. “Esa es la diferencia entre esta prueba y los 10.000m”. Él lo sabe bien. El Emperador es doble campeón olímpico en la prueba más larga de fondo en pista y tetracampeón mundial, pero nunca ha logrado la gloria olímpica en la calle, en esos 42,195 metros. Ahora quiere volver a intentarlo.

Si en Pekín, alegó la humedad, la polución y el calor, para ausentarse, ahora quiere llegar a Londres. Aunque Etiopía ha perdido el paso en favor de la horda de jóvenes kenianos que lidera Makau, Ayele Abshero acaba de correr en su debut maratoniano en Dubái en 2h 4m 23s, la mejor marca del año y la cuarta de la historia. Y ahí están, llamando a la puerta, Dino Shefir (2h 4m 50s) y Markos Geneti (2h 4m 54s), también jóvenes, que eligieron las calles del emirato para presentar sus credenciales para Londres 2012. Gebre no corre por debajo de las 2h 5m desde 2008. Para mantener su opción olímpica le bastaría con correr en 2h 15m, la mínima A fijada por la federación internacional y luego cruzar los dedos para ser seleccionado por su país.

El mundo del atletismo se ha acostumbrado a las retiradas de Gebre en los últimos años. Y ha su regreso con promesas de gloria olímpica. Aquí está El Emperador otra vez. Con sus negocios inmobiliarios, su enorme sonrisa y su alma de corredor. Tokio dirá si estará el verano que viene en Londres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_