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Cocu, el respetado

El PSV busca una reacción al colocar en el banquillo a una institución para la hinchada

Phillip Cocu celebra un gol del PSV Eindhoven junto a Beasley
Phillip Cocu celebra un gol del PSV Eindhoven junto a BeasleyREUTERS

El técnico del Valencia, Unai Emery, frunció el ceño al enterarse el pasado lunes de la destitución de su colega en el PSV, Fred Rutten, tras caer en la Eredivisie frente al NAC de Breda (3-1). No le venía nada bien a Emery un cambio de técnico horas antes de enfrentarse al PSV. Sobre todo porque en Mestalla, el pasado jueves, se vio un PSV muy entregado a pesar de sus goles al final de encuentro (4-2) para maquillar el marcador. Pero era un equipo sin alma. Y los dirigentes del club de Eindhoven decidieron darle un vuelco al colocar al mando del banquillo al respetadísimo Philip Cocu, tanto en el vestuario como en la grada. “Espero un PSV muy agresivo”, avanzó Maduro, el centrocampista holandés del Valencia, ex del Ajax, “porque el nuevo entrenador es muy respetado por los jugadores y por la afición”.

Más allá de las variantes tácticas, la llegada de Cocu tendrá una influencia anímica en el espíritu del conjunto holandés. Cocu (Eindhoven, 1970) compartirá el cargo, en principio hasta final de temporada, con Ernest Faber, un excentral durante 12 temporadas del PSV de los noventa, asistente de la selección holandesa desde 2010. Un cargo, el de ayudante de Bert Van Marwijk en la oranje, que también comparte con Cocu. Ambos jugaron juntos en el PSV si bien el currículo de Cocu está mucho más adornado: 101 veces internacional con Holanda (por una sola vez de Faber) y 292 partidos con el Barcelona, despedido con todos los honores por la hinchada culé en febrero de 2005. Ya se había marchado de vuelta al PSV, donde conquistó tres Ligas seguidas antes de retirarse. Fue un futbolista versátil: podía actuar tanto de defensa como de mediocampista, con visión y sentido colectivo, fiable en todos los sentidos. Al Camp Nou llegó después del Mundial 98, reclamado por Louis Van Gaal, y en compañía de un amplio grupo de compatriotas integrado por Frank y Ronald de Boer, Zenden, Hesp, Reiziger, Bogarde y Overmars. Ganaron las Ligas de 1998 y 1999 y después fueron arrastrados por los desencuentros de la hinchada con Van Gaal, si bien Cocu siempre mantuvo el aprecio de todos, dentro y fuera del campo.

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