Carroll y sus 36 puntos, el mejor reclamo

Albert Agustí anda metido de pleno en la hercúlea tarea de darle una vuelta de tuerca a la Liga Endesa. Los gestores, empezando por él como flamante director general ejecutivo de la Asociación de Clubes (ACB), y también los actores de la competición están plenamente convencidos de que su producto no suscita el interés ni el reconocimiento mediático que merece, con las funestas consecuencias económicas que de ello se derivan.

Materia prima no le falta a la Liga Endesa, a pesar del anual expolio, por así llamarlo, del que es objeto. La NBA se ha llevado a siete de los últimos nueve MVP o mejores jugadores de la temporada: Herrmann, Nocioni, Scola en dos ocasiones, Navarro, que luego regresó, Marc Gasol y Splitter, además de media docena de jugadores de la selección, desde Pau Gasol a Ricky Rubio pasando por Marc, Calderón, Ibaka y Rudy.

Se da mil y una vueltas a las maneras de reactivar el interés de la competición que, paradójicamente, llena muchos pabellones mientras pierde cuota en el mercado televisivo. A tenor de las deliberaciones previas a los cambios que se avecinan, no existe una tecla mágica para dar con la nota ansiada, ni mucho menos unanimidad en torno a las medidas que se deben adoptar. Cuando se habla de tocar los tiempos muertos, saltan a la palestra los entrenadores; si se obvia la falta de identificación, es la asociación de jugadores españoles la que sale a escena; y ya solo faltaría que a alguien se le ocurriera que no se adivina peor maniobra para desfigurar una Liga que entregar los nombres de sus clubes a las firmas que los patrocinan, pese a que cada vez cueste más descifrar quién juega contra quién.

Como ocurre en todas las competiciones, desde la NBA y su aborrecible lockout a la Liga de fútbol, sus líos arbitrales y las cuitas de sus comités de competición, lo mejor siempre es lo que sucede en la cancha. Y afortunadamente para la Liga Endesa, continúan pasando cosas extraordinarias.

La última perla es obra de Jaycee Carroll. El estadounidense, con pasaporte azerbayano, que esta es otra, consiguió 36 puntos en la victoria del Real Madrid ante el CAI Zaragoza (85-71). Acertó en 14 de sus 21 lanzamientos, cinco triples, además de tres tiros libres. Bate la plusmarca de este curso, en poder del escolta del Gran Canaria, Marquez Haynes, con 35 puntos. Ningún jugador del Madrid había conseguido tantos puntos en la Liga, desde que el 21 de marzo de 1995, Sabonis anotó 37 puntos y Arlauckas 36.

El récord histórico de anotación del Madrid y también absoluto en la Liga está en poder de Walter Szczerbiak con 65 puntos, en un partido ante el Breogán, en 1976. Lo de Carroll sucede mientras empieza a ofrecer chispas de calidad una promesa como Abrines, se producen fenómenos de equipos emergentes como el Gescrap Bilbao, y el Barça y el Madrid continúan un férreo pulso por el liderato de una competición, sin embargo, muy abierta, que ganó hace dos años el Caja Laboral y en la que azulgrana y madridistas, a pesar de su dominio, han perdido uno de cada cinco de sus partidos.