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La sorpresa de Garbiñe

La española, que no está entre las 200 mejores, recibe una invitación del torneo de Miami, propiedad de la agencia que la representa, y gana su primer partido

J. J. M.
Garbiñe Muguruza.
Garbiñe Muguruza.

En Miami, cosas de los acuerdos comerciales y los intereses de los agentes, un caso sorprendente: Garbiñe Muguruza, tenista de 18 años que jamás ha jugado un cuadro grande de la WTA y que no está entre las 200 mejores del planeta (208), recibe una invitación para participar en el torneo. Eso no es una cosa cualquiera. A la cita estadounidense se la considera el quinto grande, tan importante es, tan difícil es disputarla, tantas competidoras hay haciendo cola solo para luchar en la previa. Sin embargo, Garbiñe llega invitada, alfombra roja a sus pies pese a que es una desconocida, y sorprende: gana su primer partido WTA al imponerse en la primera ronda a la japonesa Morita y se cita en la segunda con la rusa Zvonareva. ¿Qué está pasando?

“A Garbiñe le da la invitación IMG, multinacional que la representa y que es la organizadora del evento”, explica por email Xavi Budó, entrenador del grupo Elitia, en el que se alinea la tenista, que viene de imponerse en el torneo ITF de Clearwater. “¿Extraño? Es una buena oportunidad para su formación”.

Tradicionalmente, los torneos reparten sus invitaciones entre los tenistas locales, estadounidenses en este caso, para atraer al público. Wimbledon, por ejemplo, y como recuerdan fuentes conocedoras del funcionamiento de los despachos del circuito, se llena cada año de británicos desconocidos. Que las grandes agencias de representación y márketing se hayan consolidado ya como propietarias de torneos ha provocado el nacimiento de una segunda categoría de invitaciones: la de las reservadas para promocionar a los representados de la agencia que posee el torneo, tengan o no nombre, atraigan o no al público, y sean o no del país en el que se disputa la cita. Así se cierra un círculo virtuoso. El tenista tiene la oportunidad de sumar unos preciados puntos para subir en el ránking. La agencia, por su parte, le promiciona y empieza a hacerle un nombre con la esperanza de que en el futuro se consolide en el circuito y el estrellato del márketing.

“Los agentes apuestan por la gente a la que fichan”, recuerdan esas fuentes. “Así, por ejemplo, en el torneo de Barcelona (IMG) se le dio wild-card a Marcelo Ríos (exnúmero uno mundial) cuando no era nadie”

¿Y cómo es Garbiñe, a la que se mira con tantas esperanzas desde la Federación española de tenis? “A los 18 años, es una jugadora de mentalidad y juego muy agresivo, valiente, a la que le gusta dominar los puntos”, explica Budó. “Creo que su patrón de juego va en consonancia con lo que exige el circuito WTA tour en la actualidad: ataque, potencia y alto ritmo de juego”.

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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