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El Ros Casares impone su lujo

El conjunto valenciano, liderado por Sancho Lyttle y Silvia Domínguez, conquista su ansiada Euroliga, la cuarta para España, ante un peleón Rivas Ecópolis

Faustino Sáez
Las jugadoras y cuerpo técnico del Ciudad Ros Casares Valencia celebran la Euroliga
Las jugadoras y cuerpo técnico del Ciudad Ros Casares Valencia celebran la EuroligaELIO CASTORIA (EFE)

La obligación pudo con la ilusión. El Ros Casares impuso su lujoso repertorio ante el encomiable descaro del Rivas Ecópolis para alcanzar su trofeo más perseguido: la Euroliga.

Era la tercera final en los últimos seis años para el conjunto valenciano y, esta vez, fue la vencida. Liderado por Sancho Lyttle (18 puntos y seis rebotes) y Silvia Domínguez (13 y tres) —artífices, junto a Alba Torrens, del título que el año pasado logró el Perfumerías Avenida y fichadas en verano a golpe de talonario—, el Ros alzó la cuarta Copa de Europa para España tras una final histórica en Estambul. El Rivas presentó batalla y alargó su resistencia mientras tuvo resuello, pero el desenlace fue fiel con los pronósticos.

RIVAS ECÓPOLIS, 52 - ROS CASARES, 65

Rivas Ecópolis: Elisa Aguilar (7), Eseence Carson (8), Anna Cruz (7), Asjha Jones (14) y Laura Nicholls (7) —cinco inicial—; Amaya Valdemoro (6), García (2) y Pirsic (1).

Ros Casares: Silvia Domínguez (13), Moore (8), Jackson (4), Sancho Lyttle (18) y Ann Wauters (12) —cinco inicial—; Veselá (2), Yacoubou (8), Laia Palau (0), Murphy (0) y Honti (0).

Parciales: 18-20; 19-13; 11-18; 4-14

Árbitros: Papapetrou (Gre.), Aunkrogers (Lit.) y Nitu (Rum.). Sin eliminadas.

Unos 1.000 espectadores en el Abdi Ipeki.

La presentación de la final respondió al guion diseñado por el Ros Casares, pero el nudo tuvo su intríngulis. Dispuestas a hacer valer su superioridad física, las jugadoras de Roberto Íñiguez se lanzaron a por el título a la carrera. Silvia Domínguez tocó a rebato e instauró el vértigo en cada ataque. Su velocidad desembocaba en balones a la pintura, en la que unas veces Jackson, otras Little y casi siempre Wauters campaban a sus anchas a pesar de los esfuerzos del Rivas por contener a las torres del conjunto valenciano.

No se amilanó el Rivas ante el torrente ofensivo del rival y, agarrado a sus jugadoras estadounidenses, presentó las credenciales que le habían llevado, contra pronóstico, a las puertas de la gloria. Jones y Carson anotaron 14 de los 18 puntos del Rivas en el primer cuarto y anticiparon un pulso reñido.

Nada más comenzar el segundo cuarto, la propia Jones igualaba el marcador (20-20) mientras las de Íñiguez torcían el gesto. Consciente de su claro papel de favorito, el Ros confundió por momentos la velocidad con la prisa mientras Elisa Aguilar cogía la batuta en el Rivas para erosionar el sistema nervioso del conjunto valenciano que encadenó tres faltas consecutivas en el ataque. Silvia Domínguez y Elisa Aguilar trasladaron el pulso a la sala de máquinas y la veterana se hizo momentáneamente con el timón del partido. Cuatro puntos de la base madrileña y una jugada de pizarra que remató Laura Nicholls dieron a las de Miguel Méndez una ventaja de cuatro puntos al descanso (37-33).

El conjunto madrileño presentó batalla y alargó su resistencia mientras tuvo resuello

El Rivas no quería dejar su milagro en la orilla. A falta de 20 minutos y por delante en el marcador, su horizonte pasaba por exprimir sus limitados recursos. Pero, conforme crecía su ilusión, a las ripenses se les agotaba el aliento. Con un fondo de armario mucho más amplio y lujoso, el Ros dio un paso al frente, apretó las tuercas en la defensa y recuperó la partitura inicial, martilleando en el juego interior. Ahí se agigantó la figura de Sancho Little, que, con seis puntos consecutivos, selló un parcial de 0-8 que devolvió la iniciativa en el marcador al cuadro valenciano (48-51). No la perdió hasta el final. El último cuarto (4-14) se convirtió en una rampa hacía el título.

Era el cuarto enfrentamiento esta temporada entre ambos equipos —los tres anteriores se habían saldado con la victoria del conjunto valenciano, que acabó invicto la Liga regular— y en Estambul se volvió a cumplir la teoría. Cuando faltaban cuatro minutos, el Ros alcanzó los siete puntos de ventaja y el Rivas entendió que su carroza se había convertido en calabaza. Acababa su cuento de hadas y empezaba la fiesta del Ros Casares.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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