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FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El rey del ‘tackle’ se hace querer por el Camp Nou

Mascherano se ha ganado la confianza de Guardiola, la admiración del equipo y el cariño de la hinchada del Barça

Ramon Besa
Thiago, Mascherano y Valdés, durante el Barça-Athletic.
Thiago, Mascherano y Valdés, durante el Barça-Athletic.J. J. (GETTY)

Al Camp Nou le cuesta cantar. A menudo, hay rechifla contra el árbitro y, normalmente, la hinchada honra a Messi. También es verdad que alguna vez se corea el nombre del Barça. La afición, sin embargo, es muy espectadora. Hasta los pañuelos han desaparecido prácticamente, acostumbrada como está la gente a aplaudir goles cada vez más bonitos, la mayoría de La Pulga. Los delanteros son los más requeridos por los seguidores del Barcelona. Hay, sin embargo, excepciones, y el sábado el público se arrancó con una ovación continuada a Mascherano. El apellido de El Jefecito estuvo en boca del barcelonismo en distintas ocasiones y el jugador acabó el partido abrumado. “Tengo una alegría enorme”, admitió nada más pisar el estudio de Barça TV.

Mascherano y Piqué han completado dos actuaciones seguidas espectaculares contra el Milan y el Athletic. “Echábamos en falta a Gerard”, admitió Guardiola, contento porque Piqué parece haber recuperado su forma. “El Barcelona hizo un fichaje de un valor inimaginable con Masche”, añadió el técnico azulgrana. “No pensaba que nos diera lo que nos está dando”. El argentino solo ha cometido una falta en los dos últimos encuentros, ha perdido una vez la pelota y, en cambio, la ha recuperado en 27 ocasiones. Los números del catalán son muy parecidos: una recuperación menos (26), las mismas faltas (una) y tres pérdidas más (cuatro). El Athletic tardó 80 minutos en rematar a portería y el tiro de Muniain lo sacó bajo palos Piqué.

Se me hace extraño dejar el puesto de volante, pero cada vez estoy más cómodo”

“He jugado uno de los partidos más exigentes físicamente desde que estoy aquí”, afirmó Mascherano. “El Athletic tiene una forma de presionar que, si bajas un minuto el pistón, estás muerto”, añadió. “Tiene un entrenador valiente y orgulloso —le conozco bien—, que convence a sus futbolistas para que aguanten hasta que el árbitro pita el final. Te presionan en todos los sectores de la cancha y hay que conducir la pelota desde atrás para dividir. Nos propusieron un hombre a hombre en todo el campo, de manera que uno de los dos centrales, el que quedaba libre, tenía que salir hasta el medio campo y provocar la superioridad del dos contra uno. Tuvimos que estar muy finos para ganar el partido”.

Amigo de Messi, Mascherano desveló que coincidieron al final en que el partido había sido terrible. “A mí me da confianza jugar al lado de Piqué y de Puyol, dos futbolistas de un nivel altísimo, porque la de defensa no es mi posición natural. Se me ha hecho extraño dejar el puesto de volante, pero cada vez me voy sintiendo más cómodo y me complemento con Gerard y Puyi. No es fácil mantener la misma regularidad toda la temporada en demarcaciones tan complejas”. Internacional argentino como medio centro, Mascherano ha encontrado su sitio en el Barça como central por la falta de continuidad de Piqué, Puyol y Abidal, muy exigidos por el calendario y, de vez en cuando, lesionados.

“El aprendizaje con Guardiola es constante”, prosiguió Mascherano. “Siempre te sale con un detalle o una sorpresa que te hace ganar el partido. Por eso es uno de los mejores técnicos, si no el mejor”. Y remachó: “Agradezco sus cumplidos y los de la afición. El club me ha dado más de lo que yo le haya podido ofrecer hasta hoy. Ahora toca recuperar para enfrentar al Milan y como guión tenemos el ejemplo del Athletic: si ellos con solo 48 horas de diferencia pudieron jugar dos partidos tan buenos, nosotros también podemos en 72. No hay cansancio que valga para un encuentro tan importante como el del martes”.

Humilde, sacrificado y generoso, siempre se consideró suplente de Busquets y ahora de Puyol y Piqué

Humilde, sacrificado y generoso, siempre se consideró suplente de Busquets y ahora de Puyol y Piqué, como si no contara su trayectoria internacional en equipos como el River, Corinthians, West Ham y Liverpool, y su capitanía con Argentina. Incluso Maradona, siempre discrepante, coincidió cuando era seleccionador albiceleste: “Juegan Mascherano y 10 más”. El Jefecito es el jugador de equipo por excelencia que se ha ganado la confianza del entrenador y la admiración de la hinchada. Tiene un gran sentido táctico e interpreta bien la jugada. Anticipa y corta con rapidez y nervio; es intenso en la presión; corrige; barre; sabe caer a los costados, y entrega al pie con precisión. Nadie utiliza mejor el tackle que Mascherano, una suerte que en el Barça no se recordaba desde los tiempos de Neeskens.

A veces parece que Mascherano sea uno de los niños salidos de La Masia, sobre todo porque a los pivotes se les requiere que jueguen de centrales, y a la inversa, para completar su formación. La versatilidad y comprensión del juego le han llevado a jugar 23 de los 30 partidos de Liga, siete de los nueve de Champions y tres de los ocho de Copa. El día que no está, la hinchada le echa de menos, como si se sintiera desprotegida. El Camp Nou recuerda todavía la pelota que le rebanó a Bendtner en la eliminatoria con el Arsenal cuando en juego estaba el pase a cuartos de la pasada Champions. Mascherano no está para meter goles, sino para evitarlos y generarlos. Así que la hinchada corea su nombre aunque se ruborice. Le quieren todos en el Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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