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Viñales dice cómo y cuándo quiere ganar

El piloto de 17 años, favorito al título de Moto3, se apunta la primera carrera del año por delante de otro talento precoz, Romano Fenati

N. T
Maverick Viñales celebra la victoria
Maverick Viñales celebra la victoriaKARIM JAAFAR (AFP)

Habla poco, pero sentencia cuando lo hace. Es tranquilo y discreto, de los que esconde la sonrisa, de los que no hace aspavientos por grande que sea la hazaña conseguida. Y corre tanto con el alma como con la cabeza, aunque en esta primera carrera del año en Catar, bajo los focos del circuito de Losail, usó más la segunda, pues no le hizo falta pilotar desde las entrañas, tan solo echar mano de su inteligencia. Maverick Viñales salía desde la segunda posición de la parrilla, pero tras exhibir un ritmo al alcance de muy pocos. Así que, aunque falló al apagarse los semáforos y perdió algunas posiciones al inicio de la carrera (cayó hasta la quinta posición), le costo poco retomar el mando. Y apuntarse la primera victoria del año, la primera de la historia de Moto3.

Tras su segundo paso por meta tomó la primera curva, a la derecha, ante el que era, sobre el papel, su rival en la carrera y en el campeonato, Sandro Cortese, el chico de la pole, el más experimentado de entre el grupo de cabeza. Y se lanzó a la caza de la revelación del día, Romano Fenati, un italiano de 16 años, recién llegado al Mundial y campeón de Europa de 125cc el año pasado, que, para sorpresa de todos, se había puesto a liderar al pelotón tras los primeros virajes.

Viñales, de 17 años, aguardó junto a ese otro talento precoz vuelta tras vuelta, ahora en primera posición, ahora en segunda, hasta que decidió que era el momento de atacar, cuando Cortese, que a la postre terminaría en el tercer escalón del podio tras acabar a casi 14 segundos, rodaba ya a casi nueve segundos de distancia. Faltaban siete vueltas y el niño de Roses (Girona) tomó la delantera al final de la recta de meta, adelantó por velocidad y sin demasiado esfuerzo a Fenati y tomó la primera curva en cabeza. Sacó el segundo que se tenía guardado, pues su ritmo daba para mucho más, y empezó a abrir distancias con el pequeño italiano. En cinco vueltas le recortó tres segundos. Y terminó cruzando la línea de meta con 4,3 segundos de diferencia con Fenati, otro diamante, aupado al campeonato del mundo por el equipo de la Federación Italiana de Motociclismo, que se ha puesto las pilas para generar también su país una cantera de pilotos a la altura de la española.

Pero en Losail la gloria se la llevó Viñales, desbordante de talento y pillería, excelente gestor y tan técnico como atrevido, aunque no necesitó en esta primera carrera meterse en ninguna batalla. A Maverick tanto le da llevar una moto de 125cc y dos tiempos, como el año pasado, o una 250cc de cuatro tiempos, como en este, el de su segunda temporada en el Mundial.

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Sobre la firma

N. T
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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