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El triunfo de la necesidad

El Villarreal remonta en el tiempo de descuento al Málaga

Hernán Pérez celebra el gol del triunfo del Villarreal.Vídeo: JOSE JORDAN

Con corazón y alma, sin fútbol, el Villarreal venció agónicamente y en el descuento un partido que le supo a gloria y quizás a salvación. La entrada de Hernán Pérez resultó mano de santo. Kameni derribó al paraguayo en el área chica y resultó expulsado. Empató Senna el partido de penalti. Y llegado el último segundo del descuento, el propio Hernán Pérez recogió el rechazo de un nervioso Rubén y le pegó con el alma. Un gol y tres puntos que le alejan del descenso.

Hasta ese instante el destino había resultado cruel para los amarillos. El pasado verano, Santi Cazorla suplicó a los Roig y a Llaneza, el reducido núcleo de decisión del Villarreal, que quería permanecer en el club que le hizo futbolista, que el dinero del Málaga, que le duplicaba la ficha, resultaba secundario. Era feliz en un equipo creativo y excelso al que el asturiano ayudó a crecer. Era una simbiosis perfecta. Sin embargo, los dirigentes amarillos pecaron de visionarios. Era conveniente recaudar 19 millones de euros por vender el alma del Villarreal e invirtieron lo recaudado por el traspaso de su figura en Zapata, De Guzmán y Camuñas, tres medianías. Cazorla lloró al marcharse. De regreso a El Madrigal, no le quedó más remedio que ejercer su profesionalidad. Y marcó un gol que le dolió verdad. A base de voluntad y con Hernán Pérez de revulsivo, el Villarreal lo remontó. Tal vez Cazorla respiró.

VILLARREAL, 2 MÁLAGA, 1

Villarreal: Diego López; Zapata, Musacchio, Gonzalo (Marchena, m. 77), Catalá; Bruno, Senna; Borja Valero, Martinuccio (Nilmar, m. 72), Camuñas (Hernán Pérez, m. 66); y Marco Ruben. No utilizados: César; Oriol, Cani y De Guzmán.

Málaga: Kameni; Sergio Sánchez, Weligton, Mathijsen, Monreal; Camacho, Duda (Seba Fernández, m. 67); Isco (Rubén, m. 82), Cazorla, Eliseu; y Rondón (Van Nistelrooy, m. 71). No utilizados: Gámez, Maresca, Buonanotte y Portillo.

Goles: 0-1. M. 65. Cazorla. 1-1. M. 82. Senna, de penalti. 2-1. M. 94. Hernán Pérez.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Expulsó a Kameni con roja directa (m. 82) y amonestó a Duda, Eliseu y Camacho.

Unos 15.000 espectadores en El Madrigal.

Un tiro de Senna que repelió el travesaño, fue el primer aviso del Villarreal que lo mejor de su repertorio ofensivo lo dejó para el final, ya con Nilmar y Hernán Pérez en el terreno de juego. Fruto de la necesidad, el conjunto castellonense, de inicio, imprimió ritmo y carácter al encuentro. Las intenciones del Villarreal resultaban forzadas. Hace tiempo que perdió naturalidad. Sin embargo, la presión de los centrocampistas amarillos, restaba pureza en el inicio de las acciones de ataque del Málaga. Duda, Isco o Cazorla, bien recibido y largamente aplaudido por El Madrigal, al igual que a Pellegrini, no se encontraban cómodos con el exigente combate físico que proponía el Villarreal. Los detalles de calidad en el Málaga resultaban esporádicos. Media hora le costó al conjunto de Pellegrini hallar cierta cadencia y sentido a su juego. Cohibido andaba Cazorla, tal vez con sentimientos confusos.

Se apoderó la prudencia en ambos equipos, con más temor que atrevimiento, esperando el Málaga resolver a partir de la calidad individual que atesora y el Villarreal en alguna acción individual o episódica. El argumento era el no desarmarse, sobretodo para un Villarreal falto de ideas y con plomo en las piernas. Creció el Málaga, marcó Cazorla y en un cuarto de hora de pasión y esfuerzo el Villarreal se llevó tres puntos con aroma a salvación.

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