“Echo de menos la manera de ser de Preciado”

Por primera vez en seis años, los que lleva en el Sporting, David Barral (San Fernando, Cádiz; 28 años) se queda fuera de una convocatoria. Así se lo hizo saber ayer Javier Clemente. El capitán y delantero del equipo asturiano, que marcó en el Bernabéu en marzo de 2010, no jugará esta noche contra el Madrid por decisión técnica. Lleva 200 partidos con la camiseta del Sporting. Llegó a Mareo en 2006, tras dejar el Castilla, cuando el conjunto gijonés militaba en Segunda. Vivió la alegría del ascenso y esta temporada vive el temor al descenso. Barral atendió a EL PAÍS el jueves pasado desde su casa.

Pregunta. ¿Por qué empezó en el fútbol sala?

Respuesta. Por mis hermanos y porque en Cádiz es lo que más se practica. Empecé a jugar al fútbol con 14 años.

P. ¿Tan tarde?

R. Fue tarde, sí, pero lo que me atraía era el fútbol sala.

P. ¿Cansa menos?

R. Es diferente. El ritmo es superior. Estás continuamente tocando el balón, siempre en movimiento.

P. ¿A quién admiraba de pequeño?

R. A Zamorano porque era un rematador nato y a Ronaldo por su definición delante de la portería y su velocidad.

P. ¿Ha visto a otro como él?

R. A Cristiano y Messi. Ahora son los que marcan las diferencias.

P. ¿El defensa que más le ha impresionado?

R. Puyol, Ramos y Pepe. Por el físico y porque son los que más guerra suelen dar.

P. ¿El que le ha dado más patadas?

R. Todos me han dado.

P. ¿Y cómo se defiende?

R. Soy un guerrero y suelo repartir, pero con buenas intenciones. Sin maldad y sin hacer daño.

P. ¿Qué no soporta del fútbol?

R. El racismo.

P. Creció en la cantera del Madrid. ¿Es duro?

R. No. Es un placer porque disfrutas de lo que es el madridismo y porque te enseñan cosas que en ningún sitio podrás aprender.

P. ¿Como qué?

R. A ser mejor futbolista cada día, buena persona y responsable de tu vida: en los estudios y en todo. Siempre me acordaré de eso y de López Caro.

P. ¿Qué le enseñó?

R. Sobre todo, la intensidad y la agresividad en el campo.

P. Llegó a Madrid con 17 años. Soldado dice que a esa edad hacía de todo menos jugar al fútbol. ¿Cómo se consigue ser disciplinado siendo un adolescente?

R. Yo sí lo era. A mí me gustaba mucho el fútbol y no me atraía la noche. Era un chaval al que solo le gustaba jugar.

P. ¿Por qué dejó el Castilla?

R. Terminaba el contrato y no me interesaba renovarlo. Me apetecía cambiar de aires.

P. ¿Qué le ha hecho mejorar?

R. Todos los partidos que llevo.

P. ¿Hay alguna persona de la que pueda decir: "De no ser por él, no habría llegado"?

R. Preciado. Es el que ha apostado por mí y el que me ha transmitido confianza.

P. ¿Qué le ha enseñado?

R. A ser responsable de mi equipo y un profesional.

P. ¿Qué más echa de menos de Preciado?

R. El buen trato que tenía conmigo y su manera de ser.

P. ¿El trato que tiene con Clemente no es bueno?

R. No es eso. No hay confianza porque solo lleva un mes.

P. ¿Cómo son sus charlas tácticas?

R. Muy largas. Duran hora y media. Puras y duras, sin vídeos.

P. ¿Qué le pasa al Sporting?

R. Está faltando suerte, continuidad y estar al nivel.

P. Dijo Clemente que para competir en la fórmula 1 hay que tener un fórmula 1 y el Sporting no lo es. ¿Cómo sienta eso?

R. Tiene razón en lo que dice.

P. Si el Sporting no es un coche de fórmula 1, ¿qué es?

R. Somos un equipo humilde que trabaja mucho y gana los partidos con esfuerzo y sacrificio.

P. Si bajase el equipo, ¿se quedaría?

R. Sí, segurísimo.

P. No es de 15 o 20 goles por curso. ¿Cómo se define?

R. Soy un luchador. Juego en equipo. La lucha, la entrega y el sacrificio me han ayudado a jugar 131 partidos en Primera. Eso lo tengo en la sangre, pero fue López Caro quien me ayudó.