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El Zaragoza aún tiene pulso

Un gol de Dujmovic y la intensidad del equipo blanquillo derrotan al Granada y aumentan sus esperanzas de salvarse

Ladislao J. Moñino

Cuando Del Cerro señaló el final del partido, los jugadores del Zaragoza se abrazaron como si hubieran logrado la permanencia. El objetivo aún lo tienen complicado, pero los resultados de la jornada le han colocado a dos equipos relativamente cerca. Villarreal y Granada, su víctima directa, están a cinco puntos. El pinchazo del Villarreal ante el Racing le ha abierto al Zaragoza la posibilidad de no estar pendiente de una sola caída en barrena de un equipo. Ahora mismo tienen a dos y eso siempre se agradece en los finales de campeonato apretados. “Si ganamos al Granada estaremos muy vivos”, anunció Manolo Jiménez en la previa. Las palabras del técnico ya anunciaron el tipo de partido que propondría su equipo, que no está para hacer fútbol, pero si para vivirlo intensamente. Ganó el Zaragoza porque jugó a no dejar jugar al Granada en su ortodoxia y porque le puso esos gramos de mala uva de más que se necesitan en estas tesituras agónicas.

ZARAGOZA, 1 – GRANADA, 0

Zaragoza: Roberto; Pablo Álvarez, Da Silva, Paredes (Lanzaro, m.83), Abraham; Zuculini, Rubén Micael, Edu Oriol (Obradovic, m. 60); Djumovic, Lafita; y Aranda (Postiga, m. 72). No utilizados: Leo Franco; Apoño, Juan Carlos y Luis García.

Granada: Julio César; Nyom, Mainz, Borja Gómez, Siqueira; Moisés Hurtado (Abel Gómez, m. 51) Mikel Rico; Uche, Martins (Ighalo, m. 80), Dani Benítez; y Geijo (Franco Jara, m. 57). No utilizados: José Juan; Íñigo López, Lucena y Henrique.

Gol: 1-0. M.5. Dujmovic, a pase de Aranda.

Arbitro: Del Cerro Grande. Expulsó con roja directa Rubén Micael

(m. 92). Amonestó a Geijo, Nyom, Franco Jara, Pablo Álvarez,

Da Silva y Paredes.

Unos 30.000 espectadores en La Romareda.

Hizo 10 faltas el Granada y más de 20 el Zaragoza. Fue a buscar el equipo de Jiménez arriba a su rival, con una presión intensa para forzarle errores con el balón. Con todo, se encontró con un zambombazo madrugador de Dani Benítez al larguero. En la jugada siguiente, Djumovic marcó en una jugada que plasmó el plan ofensivo de su entrenador durante todo el choque. Un contragolpe que buscó la velocidad de Aranda al espacio y que este terminó con un pase atrás a Djumovic que este cazó a la carrera. Ha hecho Jiménez de Djumovic una especie de Khedira. Le ha adelantado unos metros para convertirlo en un mediocentro llegador y en avanzadilla de la recuperación. Como Khedira, Dujmovic toca y se va al área, no se complica lo más mínimo con la pelota. Hasta luce melena y corpachón como el madridista. Suya fue la otra gran ocasión del Zaragoza, ya en el segundo tiempo. Otro lance que explica a este Zaragoza peleón. El mediocentro croata robó la pelota cerca del área y la echó fuera, con todo a favor, después de haberse zafado con poca academia de dos jugadores del Granada.

No tiene mucho fútbol el Zaragoza de Jiménez, pero sí tiene una idea clara de a qué debe y quiere jugar para lograr la salvación. No se encontró nunca cómodo el Granada en ese fútbol de batalla. Lo intentó Dani Benítez, que estrelló otro balón en el palo en un lanzamiento de falta. La pierna izquierda del mallorquín fue la única gran amenaza para ese camino de fútbol intenso que ha elegido el Zaragoza para salvarse.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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