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Emery entona el adiós

El técnico del Valencia anuncia a sus jugadores su marcha a final de campaña

Emery gesticula durante el partido ante el Atlético de Madrid
Emery gesticula durante el partido ante el Atlético de Madrid JAVIER SORIANO (AFP)

En una emotiva charla con el vestuario, en la que apeló al amor propio de los jugadores, el técnico del Valencia, Unai Emery, anunció en el entrenamiento de esta mañana su marcha a final de temporada después de cuatro años al frente del conjunto de Mestalla. Tras el varapalo en la ida de las semifinales de la Liga Europa ante el Atlético en el Calderón (4-2), y la reacción furibunda de la hinchada valencianista contra su equipo, Emery prefirió verbalizar su adiós a fin de que sus jugadores se quedaran tranquilos. “Vamos a llegar a la final y a clasificarnos terceros en la Liga para que el año que vienen volváis a jugar la Champions”, proclamó Emery a sus futbolistas, instándoles a que sacaran su orgullo herido en este mes de competición.

“Vamos a remontar, vamos a remontar”. Dentro del mar de pesimismo e indignación entre el valencianismo por el pésimo juego en el Calderón, la voz de Emery era la única optimista. Ya desde la noche del jueves, tras el partido, y tras haber de soportar los insultos de parte de los 1.500 aficionados desplazados al Manzanares, que les tacharon de mercenarios, Emery trató de levantar los ánimos.

Las esperanzas de remontada valencianista el próximo jueves en Mestalla, donde los abonados entrarán gratis, pasan por hurgar en la herida atlética en su juego aéreo defensivo, tan vulnerable como para recibir dos goles (Jonas y Ricardo Costa) y otra ocasión clarísima de gol (Rami) en jugadas de estrategia. Courtois contagió su timidez a su defensa en esta faceta y los valencianistas quieren aprovecharlo en la vuelta. Antes, el Valencia pretende salvar en Mestalla el escollo del Betis en la Liga para mantener el tercer puesto antes de medirse al Málaga en La Rosaleda a la semana siguiente.

La Real Sociedad y el Olympiacos le esperan para la próxima campaña, además de otras dos ofertas más del extranjero

Es un misterio para Emery por qué el equipo se le ha caído de manera tan brusca después del heroico 0-0 en el Bernabéu hace apenas diez días. El Valencia perdió una semana después con estrépito en Cornellà ante el Espanyol (4-0) y repitió esa endeblez defensiva anoche en el Calderón. Los jugadores, uno por uno, pasaron del 10 al cero en apenas diez días. El caso más llamativo ha sido el de Topal, un coloso en el Bernabéu; un guiñapo en el Manzanares, sin razón alguna más allá de la fragilidad emocional del mediocentro turco. “Es una persona muy sensible”, apuntan desde el cuerpo técnico para explicar lo hundido que estaba tras el fallo en el pase que propició el gol de Adrián, el tercero del Atlético.

El bajón de Topal reabre las dudas del Emery sobre si volver a contar o no con Albelda, excluido en los últimos cinco partidos, descontento como estaba el técnico con su liderazgo. Emery declaró que Topal y Maduro están por delante de Albelda a pesar de que el mediocentro holandés viene de una larga lesión. Después de cuatro años de muchos sinsabores, pero también de satisfacciones y estabilidad deportiva en un club con graves problemas económicos, Emery se enfrenta a un último mes complejísimo en la toma de decisiones. La Real Sociedad y el Olympiacos le esperan para la próxima campaña. Tiene otras dos ofertas más del extranjero. En Mestalla, en este último aliento, remontada y tercer puesto o nada de eso. Dependerá de su acierto y del amor propio de los jugadores. Su adiós ya ha sido anunciado.

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