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La noche triste del ‘trivote’

La última visita al Camp Nou (2-2) convenció a los jugadores del Madrid de que ir a encerrarse ante el Barça es una mala idea

Diego Torres
Mourinho, el martes ante el Bayern Múnich.
Mourinho, el martes ante el Bayern Múnich.MICHAELA REHLE (REUTERS)

El último clásico fue el mejor partido que ha completado el Madrid de Mourinho contra su gran rival. Se disputó el 25 de enero en el Camp Nou, en la vuelta de los cuartos de Copa. Acabó en empate (2-2) y los futbolistas no saben si el ambiente que rodeó al encuentro fue la construcción meticulosa y compleja de un genio de la motivación, o, sencillamente, el producto espontáneo de un líder herido en su vanidad que los invitó a fracasar para demostrarles que él lleva razón. Lo dijo más de un jugador: “Fue como si quisiera que nos estrelláramos”.

Cuentan los jugadores que el técnico daba muestras de muy mal humor desde la ida (1-2 a favor del Barcelona). Era visible su sentimiento de humillación tras haber recibido una pitada del público del Bernabéu por alinear a Khedira, Xabi y Pepe en el mediocentro, en un intento baldío por evitar encajar goles. El plan del trivote disgustó a la hinchada y no correspondió con los deseos de la mayoría de la plantilla. Tras la derrota, el técnico reconoció que se sentía defraudado por la deslealtad de los jugadores. Antes del partido de vuelta, lejos de la inflamación propia de sus anteriores charlas, sus consignas fueron de una brevedad inaudita. Solo unos minutos de ambigüedades, emitidas con tono displicente. Como si no hubiera que remontar. Según un asistente, dijo cosas como: “Presionad cuando veáis que hay que presionar”. El asombro recorrió a los titulares del Madrid más ofensivo jamás desplegado ante el Barça en el último año y medio, con Xabi, Lass, Özil y Kaká en el medio campo.

Los futbolistas dicen que sintieron que su entrenador los desafiaba a jugar al ataque, como ellos siempre le habían pedido. Y la respuesta fue fabulosa. El Madrid generó ocasiones y avasalló al Barça. Pero el Barça tuvo suerte. Envió sus únicos dos disparos a la red. Al descanso ganaba 2-0. La reacción de Mourinho en el banquillo fue sarcástica. Tras el 1-0 de Pedro le oyeron revolverse, casi con satisfacción. “¿No queríais jugar al ataque?”, decía, “¿No sois los más listos? ¡Pues ahí lo tenéis! ¡Con estos no se puede jugar de otra forma, pero como vosotros lo habéis querido, pues ahí lo tenéis!”.

El vestuario prefiere jugar con más presencia en la media punta,

En el descanso el técnico entró ufano al vestuario. Los jugadores aseguran que no les dio órdenes. En la segunda parte, Mourinho cambió a Lass por Granero y el Madrid estuvo a punto de dar la vuelta a la eliminatoria ante un Camp Nou atemorizado por el dominio más completo al que había sido sometido el Barça en mucho tiempo. Mourinho no salió del banquillo. Tampoco celebró los goles de su equipo.

El 2-2 de la vuelta de la Copa fue la noche triste del trivote. Supuso la eliminación del Madrid pero también desacreditó ante la afición y la plantilla al más llamativo de los ingenios tácticos del entrenador. Los jugadores comenzaron a pensar que la idea de los tres mediocentros de contención, implementada la temporada pasada, había sido un gravísimo error. Desde entonces, cada vez que Mourinho desplegó a sus tres especialistas defensivos, los jugadores le resistieron. El vestuario prefiere jugar con medias puntas, con Özil y Kaká, o por lo menos con uno de los dos. Así se lo han hecho saber al técnico, que lleva semanas explorando fórmulas intermedias en un intento de satisfacer a los futbolistas y, según ellos creen, de evitar que la prensa le culpe de las derrotas por su excesivo conservadurismo.

Mou lleva semanas explorando fórmulas intermedias para satisfacer al equipo

La explicación que hacen los jugadores es esquemática. Hasta hace un mes, el manual tradicional de Mourinho abarcaba dos sistemas básicos: el 4-3-3 y el 4-2-3-1. En caso de jugar con trivote, o 4-3-3, cuando se iniciaba el juego desde la defensa el balón no debía pasar por el centro del campo. Salvo que se recuperase la pelota en el medio, había que saltar las líneas de presión. La regla para el 4-2-3-1 era más laxa y permitía que la línea de mediapuntas bajase a elaborar un poco más. En Múnich, el técnico aplicó una tercera vía, también puesta en práctica contra el Atlético. Formó un 4-2-3-1 pero les pidió a los futbolistas que hicieran un juego directo, de balón largo, como si jugasen con trivote. A Xabi solo le dieron el balón para que iniciara cuando se acercó a los defensas. Los ejecutantes vienen confesándose que se sienten un poco confundidos a la hora de elaborar, pero que obedecen. Todos marchan como soldados menos uno. “Özil es el único que se atreve a bajar a hilvanar más el juego”, dicen sus colegas. En la segunda parte contra el Bayern, Mourinho quitó a Özil y mandó a Di María a formarse como tercer elemento del trivote.

Si por algo se ha caracterizado hasta ahora Mourinho ha sido por la claridad de sus mensajes tácticos. Desde hace un tiempo, sin embargo, entrañan complejidades que tienen perplejos a los jugadores. Hasta ayer, pensaron que contra el Barça emplearían un trivote, pero en la última práctica se desconcertaron con ejercicios diferentes. El nerviosismo domina al vestuario ante la inminencia de los momentos decisivos. Comenzando por el entrenador, que desconfía de la fidelidad de sus hombres y no les da la alineación hasta un par de horas antes del partido.

Mou ante el Barça: nueve equipos distintos

En 10 enfrentamientos ante el Barça, Mourinho ha repetido alineación una sola vez. En la primera vuelta de la Liga 2010-11 (5-0) y en la ida de la Supercopa 2011-12 en el Bernabéu (2-2) jugaron Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil, Cristiano; y Benzema. Estos son los equipos de las otras tres visitas al Camp Nou:

  • Semifinales de Liga de Campeones 2010-11, vuelta (1-1): Casillas; Arbeloa, Albiol, Carvalho, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Di María, Kaká, Cristiano; e Higuaín (Adebayor, m. 55).
  • Supercopa 2011-12, vuelta (3-2): Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Coentrão; Khedira (Marcelo, m. 46), Xabi Alonso; Di María (Higuaín, m. 63), Özil (Kaká, m. 78), Cristiano; y Benzema.
  • Cuartos de la Copa 2011-12, vuelta (2-2): Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrão; Lass (Granero, m. 52), Xabi Alonso; Özil, Kaká (Callejón, m. 61), Cristiano; e Higuaín (Benzema, m. 61).

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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