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La impaciencia de Schumacher

El alemán carga contra Pirelli por considerar que los neumáticos le obligan a pilotar como si “el coche de seguridad estuviera en la pista”

Oriol Puigdemont
Schumacher, en Bahréin.
Schumacher, en Bahréin.Valdrin Xhemaj (EFE)

Las 12 posiciones que Michael Schumacher pudo recuperar durante el Gran Premio de Bahréin no dejaron al alemán satisfecho. El sábado, el Mercedes de Schumacher experimentó un problema en el alerón trasero móvil (DRS), según explicó Norbert Haug, el responsable de la división de carreras de la marca alemana, que le impidió superar la primera eliminatoria de la sesión cronometrada, quedando anclado en la 18º posición de la parrilla. Durante la mañana de ayer, el constructor de la estrella decidió sustituir la caja de cambios del W03 del Kaiser, que de este modo recibió una penalización extra de cinco puestos que le llevó a arrancar el penúltimo, solo por delante de Timo Glock y Narain Karthikeyan. La competitividad que el prototipo plateado ha ganado en este inicio de temporada le catapultó hacia la décima posición final, por más que todos esos adelantamientos no le dejaran del todo satisfecho. Nada más bajarse del monoplaza, el corredor de Kerpen abrió la caja de los truenos contra Pirelli, el suministrador de compuestos del certamen.

“No le encuentro sentido a que todo el mundo tenga que conducir por debajo del límite de sus posibilidades y de las del coche con tal de mantener los neumáticos”, arremetió Schumacher. “Solo me pregunto si las gomas deben jugar un papel tan importante o durar un poco más, solo para que podamos pilotar a una velocidad normal tratándose de carreras, no como si el coche de seguridad estuviera en la pista”, soltó el heptacampeón, tirando de ironía, antes de remachar: “No me encuentro a gusto con esta situación. Veremos qué pasa de ahora en adelante, pero no soy el único al que le ocurre esto. Si fuera así, podríamos pensar que el problema es mío, que no consigo manejar esto como es debido. Pero es algo generalizado dejando a un lado un par de excepciones. Si al 80% de la parrilla le pasa lo mismo, a lo mejor Pirelli debería pensar en ello”.

Debemos conducir por debajo de nuestras posibilidades para conservar las ruedas. No tiene sentido

Molesto por la andanada, Paul Hembery, el máximo responsable de la compañía italiana en la F-1, tampoco se mordió la lengua a la hora de plantarle cara a Schumi. “Me sabe mal escuchar este tipo de comentarios de alguien con la experiencia de Michael. Otros han conseguido adaptarse. Es curioso, porque él aseguraba estar muy contento con los neumáticos en invierno. Pero ahora parece haber cambiado de opinión”, contraatacó Hembery.

Al margen del sofocón de Schumacher, si algo está claro es que los nuevos Pirelli han revolucionado el campeonato, básicamente debido a la extrema sensibilidad que demuestran a los cambios de temperatura. Eso facilitó, por ejemplo, que Nico Rosberg lograra la pole y la victoria en Shanghái, hace una semana, o que hubiera momentos durante la carrera de ayer en los que Felipe Massa rodara ostensiblemente más rápido que Fernando Alonso, una eventualidad que el piloto español se encargó de contextualizar. “Lo que ocurre es que las tres o cuatro primeras vueltas después de pasar por los garajes, es preferible no tirar a tope porque sino sobrecalientas las gomas. Si ocurre eso, después lo pagas en lo que te queda de tanda”, razona Alonso, que en ese sentido demuestra tener mucha más paciencia y autocontrol que Schumacher.

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