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Özil, en todas partes

El mediapunta empuja al Madrid multiplicando sus intervenciones en Barcelona y Múnich

D. TORRES
Özil celebra su gol en el partido de ida.
Özil celebra su gol en el partido de ida.FRANCESCA CECIARINI

Hay dos clases de futbolistas alemanes. Los que ficharon por el Bayern y los que debieron buscarse la vida por otros caminos, sin obtener el reconocimiento inmediato que supone identificarse con el club de mayor reputación de la Bundesliga. Los primeros suelen entrar en la selección nacional por la vía rápida. Los segundos encuentran más resistencias, principalmente porque los jefes del vestuario de la Mannschaft son históricamente de raigambre bávara. Hay que remontarse a la emigración de Bernd Schuster, en 1980, para descubrir un caso que se parezca al de Mesut Özil. El mediapunta es el más importante de los talentos que han salido de Alemania sin pasar por el Bayern en los últimos tres decenios. Hoy se medirá a sus colegas de la selección. Jugar contra Lahm, Müller, Badstuber, Kroos o Neuer equivale para Özil a someterse a un examen de nivel contra la casta más poderosa del fútbol germano.

Algunos de los jugadores del Bayern cuestionaron el fundamento de la llamada del joven de Gelsenkirchen para disputar el Mundial de 2010. Entonces comentaron que se trataba de un muchacho sobrevalorado. Pero dos años suponen una larga trayectoria en el fútbol. Para Özil han supuesto un proceso de aprendizaje junto a un entrenador difícil y en permanente competencia con Kaká y Di María.

José Mourinho, el técnico del Madrid, nunca acostumbró a trabajar con futbolistas inmaduros. Özil llegó al club con 21 años, todavía sin formarse, y debió adaptarse a un modo de entender el juego en el que sus virtudes con el balón encajan con dificultad en unos planteamientos que renuncian a su posesión. El portugués le obligó a convertirse en el tercer centrocampista. Le exigió que se multiplicase. Para cumplir con la doble tarea de defender y atacar debió correr más que nadie. Su respuesta se resume en los últimos dos partidos. En Múnich marcó el gol que mantiene vivo al Madrid en la eliminatoria. En Barcelona recuperó nueve balones y dio la asistencia de la Liga, un pase sin el cual Cristiano no habría podido meter el gol que ha asegurado el título a los madridistas.

En el Camp Nou robó más balones que Khedira y participó en más jugadas que nadie

Una vez le preguntaron a Fernando Redondo por un mediocentro, compañero suyo, muy aguerrido y ruidoso, con fama de gran recuperador. “¡Ese no recupera!”, respondió; “¡ese hace faltas!”. La lista de los jugadores que más balones quitaron al Barça en el Camp Nou, en el último clásico, demuestra, en línea con lo que afirmaba el argentino, que para robarlos hace falta saber jugar al fútbol. Xabi Alonso se sitúa en el primer lugar (12 pelotas recobradas), seguido de Özil, en el segundo puesto junto a Pepe (nueve). Completan el abanico Sergio Ramos y Cristiano (siete) y Arbeloa y Khedira (cinco). Tomando en consideración los deberes que tenía Özil a la hora de construir el juego ofensivo, los datos resultan asombrosos. Ningún otro futbolista del Madrid participó en más jugadas que el alemán, que actuó en 32 maniobras atacantes.

Mucho se ha hablado de topos y chivatos en el vestuario del Madrid esta temporada. Pues bien: Özil ha sido fundamental en los dos partidos más importantes del curso coincidiendo con una serie de filtraciones que le señalaban en la prensa como un futbolista decaído físicamente por llevar una presunta vida disoluta. Los jugadores sospechan que dichas filtraciones, exageradas, partieron del propio club.

Mourinho no tuvo clara la alineación de Özil ni en Múnich ni en Barcelona. Según fuentes del Madrid, barajó la posibilidad de formar un centro del campo con Alonso, Khedira y Marcelo, sin Özil en la mediapunta. Algunos jugadores creen que no se decantó por esa posibilidad debido a que el experimento con Marcelo en la segunda parte del partido de Múnich no resultó satisfactorio. El brasileño por poco se hace expulsar.

Marcelo entró por Özil frente al Bayern. El cambio, con el 1-1, coincidió con el punto exacto en el que el Madrid comenzó a retroceder. Luego, recibió el 2-1. “Sin Özil, no tuvimos ninguna posibilidad de mantener al Bayern a raya”, comentó un futbolista.

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Sobre la firma

D. TORRES
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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