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“Fallamos en el momento clave”

“Habrá que atacar mejor”, dice Guardiola, que hablará con Rosell esta semana de su renovación

Nadia Tronchoni
Piqué yace sobre la hierba tras chocar con Valdés en el intento de evitar el remate de Drogba.
Piqué yace sobre la hierba tras chocar con Valdés en el intento de evitar el remate de Drogba.ADRIAN DENNIS (AFP)

“Hoy no tocaba”. Con esa frase intentó resumir Pep Guardiola, el técnico del Barcelona, el partido en el que el Chelsea le apeó de la que podría haber sido su tercera final de la Liga de Campeones. “Sé que parecen palabras vacías, pero hemos hecho de todo. Y ya no digo en la ida. Pero no ha sido suficiente”, apostilló.

Dieciséis minutos y 59 segundos. Ese fue el tiempo de juego (ocho minutos en cada parte de un total de 61 minutos y 22 segundos) en el que el Chelsea dispuso del balón. Con eso, un 18,65% de la posesión, siete remates y un córner, los de Roberto di Matteo se apuntaron dos goles, los mismos que el Barça (81,35% de posesión, 23 remates, dos a los palos, igual que en Stamford Bridge, y 10 saques de esquina).

“Tenemos que aceptarlo. El deporte, el fútbol, es así. Cuando el oponente es mejor que tú, debes aceptarlo. No hay más”, añadió Guardiola después de reconocer que, tras el pitido final, le invadió “una tristeza inmensa”.

Su discurso, siempre clarividente, no encontraba demasiadas respuestas en esta ocasión, en una semana, como él mismo explicó, en que se decidieron dos de los títulos para desgracia del Barça, que ni ganará la Liga ni la Champions. “Tendremos que ver las finales por la tele”, insistió Guardiola echando mano del poco humor que le quedaba. “No sé ni qué siento. Miro al equipo para ver qué decirle, qué hemos hecho mal para no estar en la final y no encuentro nada”, continuó. Sin embargo, no fue autocomplaciente: “Con esta locura que les transmito desde el primer día, ‘hay que salir a atacar, atacar, atacar’, hay momentos en los que no sabemos encontrar la pausa. Quizá sea una lección que haya que aprender para el futuro. Tendremos que buscar la manera de atacar mejor. Hoy hemos fallado en el momento clave, pasado el minuto 45, y nos han marcado un gol que nos ha hecho daño psicológicamente”.

Poco antes, Di Matteo se sentía justo vencedor del duelo a pesar de que seguía pensando haber eliminado al “mejor equipo del mundo”. “Nunca hemos perdido contra este Barça. Jugamos otro estilo, pero no creo que por eso ellos lo merecieran más que nosotros. Sabíamos que teníamos que hacer al menos un gol. Queríamos jugar al ataque, pero el Barça te hace meterte ahí y defenderte tanto. Así que te ves obligado a organizarte y aprovechar cada ocasión. No he visto a nadie que haya jugado contra el Barça con su propio estilo. Los que juegan contra el Barça lo hacen como nosotros. Y hoy hemos superado todas las dificultades que uno se pueda imaginar en un partido de fútbol”, afirmó.

Con esta locura que les transmito, atacar, atacar, atacar, no sabemos encontrar la pausa

Efectivamente, lo hicieron. Y Guardiola, que anunció que hablará esta semana con el presidente, Sandro Rosell, sobre su continuidad en el club — “ahora, obviamente, ya toca”—, lo sabía: “Incluso con diez, con todos esos tíos en el área, ha sido muy complicado. Nosotros tenemos una forma muy peculiar y especial de jugar”.

“Si había que perder, mejor hacerlo de esta manera, con el rival encerrado. Es una forma de irnos que duele porque sabemos que hemos sido superiores, con muchas ocasiones. Haber fallado tanto allí nos ha costado la eliminatoria”, terció Cesc.

“El fútbol ha sido injusto, pero nosotros hemos tenido muchas ocasiones y no las hemos concretado. Ellos, con muchas menos, han hecho tres goles. Hoy no tocaba. No hemos sabido pasar la línea que te permite ganar los títulos. Es bueno tener la sensación de que puedes perder. Ahora nos toca vivir estos momentos, que son muy duros”, explicó Iniesta, que reconoció que el vestuario está tocado.

“Esta es la cara más amarga de esta profesión y la más amarga que he vivido desde que estoy aquí. En una semana se nos ha escapado todo. A veces el fútbol te deja con la sensación de no saber dónde meterte”, se sinceró Alves.

Por otro lado, Piqué fue trasladado inmediatamente al hospital tras solicitar el cambio a los 25 minutos de juego después de un tremendo choque con su compañero Valdés que le provocó una conmoción y pérdida de conocimiento. El defensa central fue sometido a diferentes pruebas médicas y se descartó que sufra ninguna lesión. Sin embargo, quedó ingresado y pasó la noche en observación. Esta mañana ha recibido el alta y deberá guardar reposo durante una semana.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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