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Recogimiento contra el dolor

Técnico y jugadores viven un silencioso duelo tras ser eliminados por el Chelsea

Xavi se lamenta tras el gol de Fernando Torres.
Xavi se lamenta tras el gol de Fernando Torres. LLUÍS GENÉ (AFP)

El Barcelona de Guardiola lloró ayer su derrota contra el Chelsea, con recogimiento y silencio. Un empate a dos le dejó fuera de la final del Múnich. Por doloroso en la manera, no se recuerda lamento igual en el conjunto barcelonista en los últimos cuatro años. Ayer fue día de duelo, jornada silenciosa, luto para el barcelonismo. No era momento para ruidos, sino que convenía tomar resuello tras la sacudida, pensar en lo que ha pasado, valorar de dónde se viene y decidir a dónde se va. Y, sobre todo, saber con quien. “Ya toca”, admitió Guardiola sobre la decisión sobre su continuidad en el banquillo. Al entrenador se le ubicó ayer comiendo en casa del presidente con la misma facilidad que se dio por hecho que había viajado a Marruecos, donde Johan Cruyff celebra, al parecer, la fiesta de su 65 cumpleaños. Guardiola se comió el bajón como buenamente pudo, como todo su equipo, con los suyos.

El día después fue silencioso a nivel institucional y social, como lo fue para los jugadores. Celebraba el Chelsea la clasificación, cantaba la hinchada que ser del Barça es lo mejor que hay, entregada al equipo de Guardiola incluso en la derrota, y los futbolistas lamían sus heridas en el silencio del camerino, mientras Xavi y Puyol pasaban por el control antidopaje. “No hablaba nadie”, explican los que se asomaron por el vestuario tras el partido. Encerrados en su lamento, ni siquiera escucharon los futbolistas a Guardiola cuando entró y les dio las gracias por la manera en que se comportaron, cuando les pidió que se ducharan y fueran a curarse al ánimo a casa. “Ni me han mirado...”, reconoció el entrenador. El presidente, Sandro Rosell, el vicepresidente, Josep Maria Bartomeu, y el director deportivo, Andoni Zubizarreta, acudieron al vestuario, como es costumbre. Encontraron un mar de lágrimas. El presidente y Zubi despacharon ayer en las oficinas del club, pura rutina, a la espera de que Guardiola les llame.

Piqué abandonó la clínica tras su choque con Valdés y será baja una semana

En el día de luto del barcelonismo también se vio a Piqué salir de la clínica, con collarín cervical, acompañado por sus padres y su novia. El central dio un susto tremendo cuando perdió el conocimiento tras chocar con Valdés en los primeros compases del partido ante el Chelsea. Pasó la noche en observación y el TAC que se le practicó descartó lesiones. Estará al menos una semana de baja. Por la ciudad deportiva solo pasaron Villa y su sombra los últimos cuatro meses, el fisioterapeuta Emili Ricart, con quien trabaja la recuperación.

El primer equipo no volverá a los entrenamientos hasta mañana. Para entonces, se supone que Guardiola ya debería haber tomado una decisión sobre sí mismo y sobre el plan de trabajo a seguir el próximo mes, pensando en la final de Copa, el 25 de mayo contra el Athletic. Parece decidido a dar descanso a los jugadores que acumulan más minutos, en especial a Messi. La duda es si conseguirá convencer al delantero argentino, que el martes, culpable como se sentía, roto y en silencio, lamentaba en el vestuario su error en el penalti, sin abrir la boca, desconsolado.

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