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VELA | VUELTA AL MUNDO
Columna
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Cumpleaños en el Telefónica

Aquí, en el Atlántico y en el hemisferio norte, ya te sientes más cerca de casa

Imagen facilitada por el equipo Telefónica Team.
Imagen facilitada por el equipo Telefónica Team.EFE

Aquí seguimos, peleando en el medio del Atlántico, nunca mejor dicho, porque ayer cruzamos el Ecuador por última vez en esta regata. Aquí, en el Atlántico y en el hemisferio norte, ya sí que te sientes más cerca de casa y del final de la regata.

Como digo, y volviendo a la sexta etapa, seguimos peleando cuerpo a cuerpo con Puma y Camper, en unas condiciones difíciles y nada cómodas (para nadie, supongo). Los partes meteorológicos no están acertando mucho. Como siempre por estas latitudes, entre las calmas ecuatoriales y las monstruosas nubes que se forman durante todo el día por el bochorno, hace que tengamos noches muy complicadas. Es entonces cuando las nubes descargan todo lo acumulado, con lluvias fuertes, tormentas, calmas… Siempre estamos con pánico a quedarnos debajo, sin nada de viento, mientras los otros barcos pueden estar a cinco millas de distancia y esquivar la nube, sacándote en tres horas 10 o 15 millas de ventaja. Esta ha sido una de esas noches, aunque nos hemos visto afectados los tres barcos a la vez. Realmente, hemos conseguido acercarnos un poco más a ellos.

Cape, el navegante, se pasa el día (ahora, mientras escribo, le veo también) descargando fotos de satélite para ver las masas nubosas y buscar ese pasadizo que todos intentamos encontrar. Se le ve frustrado muchas veces cuando, con tanta información, no somos capaces de escapar.

Iker Martínez, en la cubierta.
Iker Martínez, en la cubierta.EFE

La etapa va bien: vientos tranquilos y mucho calor, que siempre es muchísimo mejor que el frío. Todavía nos acordamos del que pasamos la última etapa. frío de la etapa pasada. Por lo demás, desde la salida hemos estado siempre cerca de la cabeza, por lo que los días están pasando bastante rápido. Eso sí, el parte para las últimas 1.000 millas por todo el mar del Caribe tiene muy mala pinta. Seguiremos con mucha actividad nubosa y poco viento. El ordenador nos está dando una previsión de llegada del 10 u 11 de mayo, al menos cuatro días después de lo previsto. Una pena, porque eso implica que la parada en Miami será otra vez una contrarreloj para preparar el barco de cara a la última etapa, dura, de esta Volvo Ocean Race, entre Miami y Lisboa.

Como siempre, andamos justos de comida, Diego ya ha empezado a racionar un poco y guardar algunos platos para poder llegar bien. ¡Supongo que unos días de medio ayuno no le vienen mal a nadie! Poco más os cuento desde el Telefónica. Espero que hoy, 1 de mayo, sea un buen día para nosotros y nos pongamos líderes, Si no, no tengáis dudas, ¡seguiremos intentándolo cada minuto, como siempre!

Por cierto, mañana, día 2, además de ser el cumpleaños de mi hermano Eneko, es el del barco, que lo botamos en Alicante hará exactamente un año. ¡Qué mal lo hemos tratado, con las alegrías que nos esta dando!

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