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Pau Gasol se reinventa

El pívot responde a las cambiantes necesidades de los Lakers y arranca encendidos elogios de Bryant, Karl, Brown y Kerr por su versatilidad y altruismo

Robert Álvarez
Gasol intenta zafarse del acoso del ruso Mozgov durante el encuentro entre los Lakers y los Nuggets.
Gasol intenta zafarse del acoso del ruso Mozgov durante el encuentro entre los Lakers y los Nuggets.PAUL BUCK (EFE)

Steve Kerr fue tres veces campeón de la NBA con los Bulls de Michael Jordan y dos con los Spurs de Tim Duncan, se retiró en 2003, trabajó como director deportivo de los Suns y ahora es analista en una cadena de televisión. Su voz es una de las más autorizadas en la NBA. Concluido el segundo partido de los playoffs,en el que los Lakers ganaron por 104-100 y pusieron el 2-0 en su duelo con los Nuggets de Denver, sentenció: “Si existe algún pívot que pase mejor que Pau Gasol, yo no lo conozco”.

Los números del 16 de los Lakers no fueron nada del otro mundo: 13 puntos, 10 rebotes, cinco asistencias, dos robos del balón y dos tapones en 36 minutos, aunque muchas figuras se darían con un canto en los dientes con esa hoja estadística. Para Gasol fue un día más en la oficina. Otro partido en el que supeditó su trabajo a las necesidades del equipo. Y eso pasa por facilitar la vida a Kobe Bryant, un genio, pero también una estrella que lo monopoliza todo y a la que todos rinden pleitesía. Bryant lanzó 29 veces y logró 38 puntos. Andrew Bynum se ha erigido en otro bastión, en un tipo al que hay que alimentar dentro de la zona. Ante los Nuggets logró su mejor registro anotador en una fase final: 27 puntos, tras 20 tiros, el doble que el español, además de nueve rebotes.

Pero si hubo alguien que concitó los elogios fue Gasol. El entrenador de los Nuggets, George Karl, había desvelado sin remilgos una de las tácticas para hacer frente a los Lakers: los constantes relevos de su batería de pívots (Koufos, Faried, McGee, Harrington y Mozgov) en un intento de desgastar a Bynum y Gasol. “¿Qué más da si nuestra posición de pívot es como en el hockey sobre hielo? Cuatro o cinco minutos, correr y correr. Otro relevo y correr y correr... Porque yo sé que Bynum y Gasol no pueden correr y correr durante 48 minutos”.

Concluido el partido, Karl se quitó el sombrero ante Gasol: “Sabe qué demonios hay que hacer ahí fuera, en la cancha”. Y es que el barcelonés brindó un sinfín de recursos. Hizo de todo y, especialmente, pasó y asistió. Fue el que más asistencias dio, cinco, pero además repartió el juego, a veces como si fuera un base. “Su capacidad para pasar el balón y fabricar tiros para otros desde el perímetro es un plus para nosotros”, le piropeó su entrenador, Mike Brown; “es un jugador que, definitivamente, puede hacer un montón de cosas y que incluso nos permite correr en el ataque”.

“Ya no tengo tantos tiros como antes, pero trato de involucrar a todos”, dice el español

Brown no se distinguió por defender en público a Gasol cuando se produjo el frustrado intento de traspasarlo a Houston. Por eso su opinión tiene más interés. El técnico que sucedió a Phil Jackson se ha rendido ante su capacidad para dar un paso al frente en el liderazgo y la anotación cuando se traspasó a Derek Fisher y se lesionó Bryant, en el rebote y el juego de espaldas al aro cuando no estuvo Bynum, en sentido común cuando Bynum y World Peace perdieron la cabeza y en constancia: solo se ha perdido un partido y lleva 17,4 puntos, 7,6 rebotes y 3,7 asistencias de media.

“Estoy intentando ejercer mi papel lo mejor que puedo y dar al conjunto lo que necesite de mí. No tengo tantos tiros como antes, pero es por el rendimiento de Bynum. Ahora trato de involucrar a la gente con mis cualidades y mi talento. Mi agresividad me permite estar activo a ambos lados de la pista”, comenta el catalán.

Bryant, al que el equipo ha agradecido su altruismo por no buscar a toda costa batir a Kevin Durant como máximo anotador en el último partido de la temporada regular, también reconoce las cualidades de Gasol: “Todos sabemos la clase de jugador que es. Siempre está dispuesto a sacrificarse por el bien del grupo. Está siendo agresivo. Es un factor importante para el equipo. Tiene la habilidad de facilitar mucho las cosas a los demás”.

Ahora, la eliminatoria se traslada a Denver, una situación adecuada para la reflexión de Pau: “Perder de la manera que lo hicimos el año pasado \[4-0 ante Dallas\] nos ha hecho llegar a este momento más concentrados. Entendemos lo duro que es y lo que cuesta tener éxito. Esa es la diferencia con el último curso”.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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