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Sangoy alarga la vida del Sporting

El delantero argentino, con dos tantos, alimenta las esperanzas gijonesas de salvación

LADISLAO J. MOÑINO
Sangoy celebra uno de los goles.
Sangoy celebra uno de los goles.Alberto Morante (EFE)

Agarrado a los goles de Sangoy, el Sporting aún respira como equipo de Primera División. Necesitaba una primera carambola para mantener la esperanza y esta se dio. Debía ganar al Betis y que le acompañara el resultado del Sánchez Pizjuán. La victoria del Sevilla ante el Rayo, hasta que se consolidó con el tercer tanto, fue vivida en Gijón con igual o más intensidad que la de su propio equipo. Sin la derrota rayista el esportinguismo era carne de Segunda. Así se sintió durante algunos minutos cuando los vallecanos empataron y el Betis hizo lo mismo en El Molinón.

SPORTING, 2 - BETIS, 1

Sporting: Juan Pablo; Damián, Gregory, Moisés, Ayoze; Lora, Gálvez; Mendy (Bilic, m. 65), Trejo; Adrián Colunga (Nacho Cases, m. 57); y Sangoy (Rivera, m. 70). No utilizados: Cuéllar, Orfa, Sergio y André Castro.

Betis: Casto; Chica, Paulao, Amaya, Nacho; Matilla (Jonathan Pereira, m. 60), Salva Sevilla; Nono (Sergio, m. 72), Pozuelo, Rubén Castro; y Jorge Molina (Jefferson Montero, m. 60). No utilizados: Fabricio, Paláncar, Súper y Carlos García.

Goles: 1-0. M. 14. Sangoy, de penalti. 1-1. M. 45. Jorge Molina. 2-1. M. 55. Sangoy.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Amaya, Ayoze, Nono, Paulao y Nacho Cases.

Unos 30. 000 espectadores en El Molinón.

Cada gol que lograba el equipo de Míchel fue jaleado como propio. Al poco de iniciarse la segunda parte, ya con la certeza del triunfo sevillista, la grada ya se centró en la problemática de los suyos. El Sporting se había ido al descanso con un empate injusto. Jorge Molina igualó en el descuento el tempranero tanto de Sangoy. Se presentó el Betis con opciones mínimas de alcanzar un puesto en la Liga Europa, pero estas no fueron secundadas por la alineación de Mel, que utilizó a jugadores casi inéditos, aunque de buenas maneras como el mediocentro Matilla o Nono. No opuso más resistencia el Betis que el gol, fruto de una gran jugada por la izquierda de Rubén Castro.

No se derrumbó el conjunto rojiblanco con ese mazazo. Fue Sangoy el que lo sostuvo. El argentino, uno de esos guerrilleros que a Clemente le gusta escoger como símbolo de su propuesta, ya había transformado un penalti señalado por manos de Amaya a disparo de Trejo. No abandonaron los locales la verticalidad primaria con la que su entrenador trata de lograr alcanzar el milagro de la permanencia. A estas alturas a Clemente le preocupa poco lo que ocurra en las zonas de creación. Parece que le tiene dicho al mediocentro Lora que juegue hacia adelante cuando le llegue la pelota y a los centrales que no duden en lanzar balones largos.

El argentino es uno de esos guerrilleros que a Clemente le gusta escoger como símbolo de su propuesta

Quiere Clemente ver el balón lejos de su área y con la mayor rapidez posible en la contraria. La debilidad defensiva de su equipo se lo aconseja. Ninguno de sus futbolistas concibió un pase atrás. Buscaron sobre todo la velocidad de Mendy por la banda derecha o que Trejo enganchara un buen pase a partir de una segunda jugada o de una contra.

Fue Trejo el que combinó con Sangoy para que este le pegara al balón como se hace en estas situaciones extremas: le dio con el alma. Desde que llegó, nunca el argentino se había sentido tan trascendente.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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