Nadal se desquita ante Mayer

En la pista hubo algo más que tenis, cuentas pendientes. Cuando Rafael Nadal logra 6-1 y 7-5 el pasaporte a octavos del torneo de Roma contra el alemán Mayer, también está haciendo otra cosa: eliminarle de la cortísima lista de tenistas en activo que se han enfrentado a él y tienen un récord positivo. Hasta la cita italiana, Mayer había logrado lo que el suizo Roger Federer (10-18), el serbio Novak Djokovic (14-17) o el británico Andy Murray (5-13) quisieran para sí: con su victoria en el único partido que le había enfrentado a Nadal (Shanghái 2011), el alemán mandaba en sus enfrentamientos (1-0) con el español, algo de lo que solo pueden presumir otros dos tenistas de los que ahora compiten en el circuito, el ruso Davydenko (6-5) y el australiano Guccione (1-0). Echando la vista atrás, dos jugadores ya retirados podrían unirse a tan corta lista: Àlex Corretja (2-0), actual capitán español de la Copa Davis, y el eslovaco Hrbaty (3-1).

“Es siempre difícil jugar contra un rival así de complicado: es totalmente diferente a lo habitual, con unos movimientos extraños, de los más talentosos del circuito, y que tiene la habilidad de hacerte jugar mal”, explicó ante las cámaras de Teledeporte el mallorquín, que en Roma intenta recuperar el número dos mundial, ahora en manos de Federer (6-3 y 6-4 al argentino Berlocq), lo que le permitiría evitar al serbio Djokovic hasta una hipotética final de Roland Garros (desde el 27 de mayo). “Juro que no pienso en el ránking. Estoy haciendo una temporada espectacular y acepto estar en el número tres. Lo más importante es jugar bien, porque si juegas bien los resultados llegan. Tengo buenas opciones de seguir peleando por todo”, cerró el campeón de 10 grandes, que vio cómo el juez de silla ordenaba repetir un punto que tenía casi ganado porque a su contrario se le había caído una pelota del bolsillo del pantalón.

Mayer tiene la habilidad de hacerte jugar mal

Aquella derrota de Shanghái ante Mayer marcó un antes y un después para el español. Fue un Nadal desconocido, de borrón en borrón en el resto, sin intensidad. El resultado provocó una larga charla entre el número tres mundial y Toni Nadal, su tío y técnico. Ambos se dijeron unas cuantas verdades y sentaron las bases para un cambio de actitud y de juego, más agresivo, que resultó en la magnífica final perdida contra Djokovic en Australia. Todo eso estaba en la cabeza del español cuando se enfrentó al alemán. Nadal nunca olvida.

El mallorquín buscará ahora el pase a los cuartos contra Marcel Granollers, que tumbó 6-3 y 6-4 al italiano Fognini, como Nicolás Almagro al estadounidense Querrey (7-5 y 6-2). Guillermo García López, por su parte, se despidió ante el francés Simon (6-4, 2-6 y 6-4) tras ir mandando 4-0 en la manga definitiva.