Otra final sin defensas

Dani Alves no jugará la final de Copa, el 25 de mayo contra el Athletic. Durante el último entrenamiento, en un salto con Thiago, el lateral brasileño se desequilibró y cayó mal, con tan mala fortuna que se rompió la clavícula derecha y los ligamentos del hombro. Por la tarde fue operado por el doctor Carles Torrens, que fijó el periodo de recuperación entre seis y ocho semanas y explicó que fue intervenido con una técnica que no exige la aplicación de placas para fijar la zona, por lo que se evita una segunda operación que suponía otro mes de baja.

Alves se suma a lista de bajas en defensa de cara a la final de la Copa: Abidal sigue hospitalizado, Fontás sigue recuperándose de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que sufrió el 12 de enero pasado y a Puyol se le practicó una artroscopia la semana pasada. A estas alturas, Piqué es, junto a Mascherano y Adriano, el único defensa con ficha del primer equipo a disposición del entrenador para jugar contra el Athletic y Montoya se perfila como el sustituto natural del brasileño. Nada nuevo para Guardiola, acostumbrado a resolver ecuaciones en la defensa cada vez que afronta una final.

“De peores salimos”,

La gloriosa etapa del entrenador de Santpedor en el banquillo comenzó en Valencia, el 13 de mayo, en final copera contra el Athletic, a la que compareció indefenso: sancionado Abidal, y lesionados Márquez y Milito, Guardiola jugó con Alves y Puyol en los laterales y se inventó a Touré como pareja de Piqué. En el banquillo solo le quedaba Cáceres. Con la zaga en cuadro, Guardiola ganó su primer título. A partir de ese día, jugar una final con ausencias en la retaguardia se convirtió en un clásico. Unos días después consiguió el título de Liga y el 27 de mayo el Barça viajó a Roma para disputarle al Manchester la final de la Copa de Europa, en busca de un triplete histórico. Márquez y Milito seguían lesionados, Abidal estaba sancionado —después de la semifinal ante el Chelsea— y Alves, que vio una amarilla que acarreaba suspensión en ese partido, también fue baja.

“Fuimos a jugar contra Rooney, Giggs y Cristiano Ronaldo con lo que nos quedaba en pie. Desde entonces, cada vez que me veo en una de estas, me acuerdo de aquel partido y pienso que de peores hemos salido”, recordaba no hace mucho el entrenador, que jugó aquella noche romana con Puyol a la derecha, Alves a la izquierda y mantuvo a Piqué y Touré en el eje, como en Mestalla. Ganó el Barcelona (2-0) y celebró el triplete.

La lesión de Dani Alves llega en un momento en el que su continuidad en la plantilla no está clara aunque el club insista en que no hay ningún jugador transferible del primer equipo. “Es irremplazable”, dijo Guardiola el sábado pasado, después de que el brasileño fuera expulsado en Sevilla.