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“Os lo dije”

Schumacher logra la ‘pole’ en Mónaco como vaticinó, pero arrancará el sexto por una sanción

Oriol Puigdemont
Michael Schumacher saluda a sus seguidores en Mónaco.
Michael Schumacher saluda a sus seguidores en Mónaco.JENS BUETINEN (EFE)

La semana pasada, uno de los patrocinadores que comparten Michael Schumacher y Valentino Rossi, invitó al piloto de Mercedes al Gran Premio de Francia de MotoGP que se celebró en Le Mans. Los dos multicampeones se intercambiaron un casco, y en medio de todo el ceremonial, el alemán aseguró tener un pálpito acerca de la prueba que siete días después debía correr en Mónaco. Ya en el Principado reiteró la buena onda que le transmitía el fin de semana que debía afrontar, tanto por la panzada de currar que los último días se había pegado la tropa de Mercedes, como por el escenario, al tratarse de la pista donde en 1994 se alzó con la primera pole position de su trayectoria, al volante de un Benetton. 18 años y siete títulos después de aquello, El Kaiser volvió a dar el golpe ayer en Montecarlo, al marcar el mejor tiempo en la cronometrada, por más que esta tarde (14.00 horas, Antena 3 y TV-3) no arranque el primero. Y eso, por culpa de la sanción que le impusieron hace 15 días, en Montmeló, al embestir el Williams de Bruno Senna mientras trataba de adelantarle. Schumacher comenzará el sexto, justo por detrás de Fernando Alonso, mientras que la primera plaza la ocupará el Red Bull de Mark Webber, flanqueado por Nico Rosberg y Lewis Hamilton, ya en la segunda fila.

En un Mundial tan delicioso para el espectador como tormentoso para los técnicos, poco importa que la pole haya sido para Webber en vez de para Schumi, porque la sorpresa es mayúscula en cualquier caso, habida cuenta de los apuros que la escudería de los bólidos energéticos acusó en la mayor parte de los ensayos. Al campeonato más explosivo de los últimos tiempos, ese que ha dado cinco ganadores distintos de cinco escuderías distintas en las cinco primeras carreras, solo le faltaba un ingrediente para entrar en erupción. Esa dosis extra de nitroglicerina es la que ofrece la mejor versión del heptacampeón, ese fenómeno irrepetible que acumula más de todo que nadie. A sus 43 años son siete títulos, 91 victorias, 76 vueltas rápidas, 154 podios y 1.519 puntos, además de esas 68 poles que serían 69 sin esta última penalización.

El Kaiser cumplirá el castigo por embestir el Williams de Senna hace dos semanas

El último de sus sábados de gloria data de hace seis años, en el Gran Premio de Francia de 2006, en Magny-Cours. Entonces iba vestido de rojo, era el buque insignia de Ferrari y al día siguiente ganó la carrera, una hazaña que esta vez parece más complicada dada la composición de la parrilla. De conseguirlo, en cualquier caso, igualaría la plusmarca de Ayrton Senna, capaz de lograr seis triunfos en un marco tan significativo para la F-1 como este.

“Os lo dije el miércoles en la rueda de prensa. Os dije que lograría la pole, que saldría el sexto y que después ganaría. Y eso es lo que tengo en mi mente”, aseguró Schumacher como aquel que ni se inmuta. “Es simplemente increíble haber hecho la pole después de tanto tiempo. Está bien, me ha tomado más tiempo del que esperaba cuando regresé, pero eso aún hace más dulce este momento”, añadió. “Estoy un poco triste por Michael porque después de tantos años, consigue lograr la pole y no podrá disfrutarla”, abundó Alonso.

Han hecho falta más de dos años para que el piloto más exitoso de la historia mostrara un síntoma suficientemente contundente que achantara a todos aquellos que le consideraban caducado, demasiado mayor para volver a interpretar un papel protagonista entre tanto niño prodigio. Ayer demostró que aún tiene cuerda para rato. La hinchada hará bien en abrocharse el cinturón porque Schumacher ha salido del túnel.

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