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La vida en cinco sets

Ferrero (6-1, 6-4 y 6-3 a Dasnieres) explota su experiencia en la larga distancia y Andújar (6-1, 2-6, 1-6, 6-3 y 6-1 a Hanescu) logra su primera victoria en la quinta manga.- Avanza Verdasco y caen Roddick, Montañés, Muñoz y Arruabarrena

Juan José Mateo
Juan Carlos Ferrero durante su partido contra Dasnieres
Juan Carlos Ferrero durante su partido contra DasnieresPATRICK KOVARIK (AFP)

“Ver eso me dio alas”. Tras observar cómo el rumano Hanescu sacaba la lengua fuera, cómo ya apenas corría, Pablo Andújar levanta los brazos al final del maratón de su primera ronda (6-1, 2-6, 1-6, 6-3 y 6-1 en 3h3m). El número 36 mundial había perdido los tres duelos en los que había apurado las cinco mangas en un grande. “Y aunque no lo quería pensar, lo tenía presente. En esa situación, te dices: ‘Llevo horas aquí, queda un set, lo doy todo aunque me enrampe (tenga calambres) y no pueda más’. La victoria fue una liberación para el español, que ahora jugará con el suizo Wawrinka. Los grandes, con sus cinco sets, premian la cabeza, el deseo y las piernas. Frente a las tres mangas del resto de torneos, más propensas a las sorpresas porque dan una gran ventaja a los que se apuntan la primera, la lejana línea de llegada de los cinco parciales selecciona siempre al más fuerte. En París, a cinco sets y bajo un calor de horno, solo sobreviven los mejores.

“Y yo”, contó Juan Carlos Ferrero tras eliminar 6-1, 6-4 y 6-3 al local Dasnieres; “me miro en el espejo, y cuando entro en la pista no pienso en si soy joven o no. Sabía que mi contrario no tiene mucha experiencia en este tipo de torneos”, añadió a los 32 años, curtido en mil batallas a cinco mangas. “Yo estoy falto de ritmo, de jugar puntos, y se nota en que mezclo buenos puntos con dos fallos tontos. No es falta de piernas, sino de ritmo de bola viva, pero con dos sets de ventaja sabía que era difícil no ganar el partido”, cerró tras disputar su decimotercer partido de 2012. Más claro lo dijo su adversario: “¡Eran tan duros los peloteos!”, se lamentó, ahogado ante la posibilidad de tener que estirar el debate hasta la quinta manga.

La experiencia, el recuerdo de su título parisino de 2003, llevó hasta el triunfo a Ferrero. Hay ocasiones en los que los recuerdos son la mejor gasolina. En otras, pueden tener el efecto de una losa, grilletes que atenazan las piernas.

Le ocurrió al estadounidense Andy Roddick, tantas veces derrotado en la Suzanne Lenglen, la pista más lenta de París, una trampa para él, que necesita la velocidad como el oxígeno: en esa pista volvió a inclinarse a la primera, esta vez ante el local Mahut (6-3, 6-3, 4-6 y 6-2). "Me moví horriblemente", dijo. Le pasó, también, a Albert Montañés. En 2011, el español se despidió increíblemente ante el italiano Fognini, que no podía ni moverse, lesionado como estaba, y perdió así la oportunidad de jugar los cuartos. En 2012, enfrentado al gigantesco Del Potro, seguramente en su cabeza se repitieron esas escenas: con el argentino lesionado en la rodilla izquierda, vendada y atendida en dos ocasiones por el fisioterapeuta, Montañés no encontró un plan de juego con el que explotar la falta de movilidad de su contrario. Se inclinó 2-6, 7-6, 2-6 y 1-6.

En ese duelo, la victoria volvió a señalar a un tenista que gestiona con maestría las cinco mangas de los grandes. Los torneos del Grand Slam no solo exigen de la técnica, también piden del corazón, la cabeza y el alma. El argentino lo sabe mejor que muchos. Incluso con pierna y media, Delpo sigue siendo el campeón del Abierto de Estados Unidos 2009.

Verdasco da un paso adelante hacia los juegos

Para Fernando Verdasco y Feliciano López estar en los Juegos Olímpicos de Londres depende de lo que consigan en París, de lo lejos que lleguen. Uno va; el otro no. De momento, Verdasco consiguió superar la primera ronda de Roland Garros al imponerse al belga Steve Darcis [6-3, 6-2 y 7-6 (4)] con rotundidad.

Agresivo, con 33 golpes ganadores por los 18 de su rival, Verdasco gobernó el duelo desde el inicio. Se permitió, incluso, el lujo de arriesgar con los servicios, lo que le llevó a cometer un total de cinco dobles faltas y siete saques directos. Ahora, el tenista madrileño aguarda contrincante, que será el ganador del duelo Gilles Müller-Igor Susling.

También aparecieron en escena de la mejor de las maneras Ferrero, que venció con facilidad al galo Jonathan Dasnieres (6-1, 6-4 y 6-3), y Pablo Andújar, que se impuso al rumano Hanescu (6-1, 2-6, 1-6, 6-3 y 6-1). Por el contrario, los españoles Albert Montañés y Daniel Muñoz no pudieron con el argentino del Potro (6-2, 6-7, 6-2 y 6-1) y con el croata Marin Cilic (6-4, 6-4 y 7-5), respectivamente.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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