“Hemos adelantado a otros equipos”

La extrema sensibilidad que demuestran tener los nuevos neumáticos que Pirelli ha diseñado para esta temporada ha provocado una división entre los pilotos de la parrilla que se toman como un reto conseguir dibujar un patrón de comportamiento de las gomas más o menos estable, y los que se creen perjudicados porque se ven obligados a circular con cautela para no destrozarlos. Fernando Alonso es de la primera tipología y Lewis Hamilton de la segunda, como constataron una vez más las calles de Mónaco. El premio gordo se lo llevó español, que partió desde la quinta posición de la parrilla y terminó el tercero, gracias a una maniobra estupendamente programada desde el muro de Ferrari que le permitió adelantar a Hamilton en los talleres, y al trompo de Romain Grosjean, que partió el rebaño en la arrancada y le hizo ganar una plaza.

Colocado el cuarto justo detrás del británico, el tiempo por vuelta de Alonso fue aumentando en relación al de su oponente, que poco a poco se fue distanciando hasta acumular una ventaja de alrededor de cuatro segundos (vuelta 16). Eso fue antes del furibundo ataque del asturiano, que a golpe de vueltas rápidas fue arañándole el terreno a su excompañero hasta echársele encima, antes de que Hamilton enfilara los garajes (vuelta 30). El chico de Oviedo identificó ese instante como su única oportunidad para superar al McLaren, de modo que dio una vuelta a todo lo que daban los neumáticos, que ya llevaban 30 vueltas, justo antes de entrar a cambiarlos y reincorporarse a la pista el tercero, con la satisfacción de quien articula un plan y consigue llevarlo a cabo.

En menos de un mes, Ferrari parece otra escudería. Ha optimizado sus recursos

La agresividad que propulsa a Hamilton en los adelantamientos es la misma que le penaliza después, cuando las gomas dejan de responder porque están achicharradas. “Con estos neumáticos, uno tiene que estar muy atento para identificar cuándo hay que ser conservador y cuándo toca atacar”, reconocía Alonso hace unos días, anticipando su última artimaña. “Lewis tuvo mucha degradación en las últimas vueltas antes de la parada, sus tiempos aumentaron mucho”, remarcó ayer el nuevo líder en solitario. En menos de un mes, el tiempo que ha pasado desde los entrenamientos celebrados en Mugello, Ferrari parece otra escudería, por más que el F2012 no haya demostrado aún estar a la altura de los prototipos más rápidos, “si partimos de la base que la velocidad pura de un coche se mide en la cronometrada”, según palabras del propio Andrea Stella, ingeniero de pista de Alonso. Por el momento, esa es una condición que se reparten McLaren, Mercedes, Lotus y Red Bull, siempre en función del escenario y de la puntería de los técnicos con los neumáticos. Lo que ha hecho la compañía italiana, básicamente gracias al español, ha sido optimizar al máximo sus recursos.

“Aunque hubiera gente del exterior que no estuviera contenta con la cronometrada [Alonso, sexto mejor tiempo y Massa, el séptimo], nosotros estábamos encantados de haber metido los dos coches en la Q3. Eso constata que hemos adelantado a otros equipos”, reivindicó el bicampeón. “A principio de curso nos perdimos un poco porque colocábamos cosas que no funcionaban, pero desde Mugello todas las mejoras que le incorporamos al Ferrari, han sido para mejor”, remachó.