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La indefinición de Inglaterra

Recién aterrizado el técnico Hodgson, el equipo acumula incógnitas en torno a la alineación, el juego a desplegar y sus posibilidades

Rafael Pineda
Hodgson da una charla a los jugadores ingleses.
Hodgson da una charla a los jugadores ingleses.PETER POWELL (EFE)

Hace algún tiempo que en Inglaterra corren tiempos de resignación. Quizás ahora más que nunca, la afición ha dejado de creer en un equipo incapaz de lograr altas metas en las últimas décadas, por lo que la esperanza de una Eurocopa brillante es escasa o nula. Se agrava el asunto con los condicionantes: existe la incógnita de cómo responderá un grupo en el que debuta el seleccionador Roy Hodgson; no se ha completado el trasvase generacional; y Rooney estará ausente los dos primeros partidos de la liguilla por sanción. Para redondearlo, una lesión muscular a última hora apartó a Lampard del equipo, dejando huérfano de líder a Inglaterra, por más que comparezcan Terry y Gerrard, o porte el brazalete Parker.

En cuanto al estilo reina la incertidumbre, toda vez que Hodgson llegó al equipo hace unas semanas y no tiene un librillo con mandamientos. En el Fulham, el veterano entrenador formó un grupo que perseguía el toque –en ocasiones lo logró-, capaz de defenderse con el balón y buena ocupación de los espacios. Cuando fichó por el Liverpool, en 2010, cambió radicalmente al buscar el fútbol directo y de contragolpe.

Lesionados Lampard, Wilshere y Barry, y sin Rooney los dos primeros partidos, se le antoja una Euro para la épica

Probablemente, el fútbol inglés hubiera vibrado más con la elección de Harry Redknapp (Tottenham), técnico que propone un juego alegre y vertiginoso. Hodgson es más plano y correcto, menos explosivo. Todo apunta a que Inglaterra jugará con un 4-2-3-1. Sin Lampard, se presupone que el técnico solo alineará a Gerrard -nunca han sabido mezclar sobre el césped, por más que cambiaran los técnicos- por delante de los mediocentros Parker y Milner, puesto que Barry se lesionó en el amistoso ante Noruega. Otra baja, que no la última. En el partido amistoso ante Bélgica, Gary Cahill sufrió una doble fractura de mandíbula que provocó su salida inmediata del grupo. Su lugar lo ocupará Martin Kelly, defensa del Liverpool, sexto jugador red que forma parte de la convocatoria final.

Sin Rooney, la responsabilidad del gol la asumirá Carroll, el tanque del Liverpool, ya que Bent tampoco podrá acudir por una lesión muscular. La también ausencia del carrilero Walker (Tottenham) y de Wilshere, el talentoso medio del Arsenal, mina de nuevo las opciones de un grupo revitalizado con gente como Phil Jones, Oxlade-Chamberlain y Welbeck, que cohabitarán al lado de futbolistas consagrados como Terry, Lampard, Ashley Cole y Gerrard. Los tres primeros han sido capaces de encontrar el éxito en la Liga de Campeones con el Chelsea, algo que se antoja complicado en una Inglaterra sin cocción y con una personalidad por definir. El problema es que la historia aprieta.

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