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Partido con los paparazzis

Al reclamo de Casillas y Piqué, fotógrafos del corazón asoman en Gdansk la mañana libre de los jugadores

Shakira, novia de Piqué, objeto de los paparazzis, durante el partido ante Irlanda.
Shakira, novia de Piqué, objeto de los paparazzis, durante el partido ante Irlanda. R. PIETRUSZKA (EFE)

El interés por la selección española trasciende informativamente las cuestiones deportivas en Polonia, asi que lo que puede ser una buena mañana para conocer Gdansk, como la de hoy -sol y bien tiempo- se convierte en una faena para los futbolistas y sus familias. Les dio descanso Del Bosque al grupo y asomaron los objetivos de, al menos, seis paparazzis, de caza por Polonia. Llegados básicamente al reclamo de las relaciones sentimentales de Casillas y Piqué, tienen controlados a los familiares de los jugadores que, en muchos casos, llevan una semana disfrutando la coqueta ciudad de Gdansk. Es más, alguno de ellos asistió al partido, con entradas obtenidas a través de la federación, en la misma grada donde se ubicaron la mayoría de familiares de los jugadores.

La presencia de los buscafotos es conocida por los jugadores y la Federación desde la llegada a Gniewino. Por eso, el departamento de comunicación retiró las credenciales entregadas el primer día al detectar que, por error, se les habían colado dos fotógrafos. Aunque la credencial no autoriza a acceder al hotel de la selección, la RFEF no acepta en las zonas que controla periodistas que no estén acreditados por la UEFA. Los organizados en su momento ya declinaron numerosas credenciales, tras aprender de lo ocurrido en el mundial de Alemania con los medios ingleses. Aquel verano del 2006 nacieron las WAGS (wives and girlfriends) un ejercito de mujeres y novias de los jugadores de la selección, encabezadas por Victori Beckam, que vistieron de rosa el día a día del equipo nacional inglés. Terri, Gerrad, Cole, Rooney y compañía vieron como sus esposas eran asediadas por los paparazzi, muchos con pase oficial de la FIFA al cuello.

La situación no es comparable en Gdansk ni mucho menos, pero es cierto que ayer muchos jugadores, que tenían libre hasta el mediodía, huyeron del centro de la ciudad para jugar con sus hijas o no salieron del hotel. Los que pasearon, comprobaron que su intimidad estaba amenazada. El principal objetivo era, claro, una foto de Piqué con Shakira, que asistió al partido contra Irlanda, o la del capitán de la selección, Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero, que está en Polonia trabajando para Mediaset.

Por la mañana Sergio Busquets fue sometido a pruebas radiológicas en un pie, por un golpe recibido ante Irlanda. La selección se entrena esta tarde a puerta cerrada.

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