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Reus y Schürrle, extremos gemelos

Ambos jugadores de banda, jóvenes y veloces, revolucionan el ataque germano

Gdansk (Polonia) -
Andre Schurrle, ante Grecia.
Andre Schurrle, ante Grecia.Shaun Botterill (Getty Images)

Una reportera china le dijo ayer a Reus que lucía el pelo más sexy del torneo. Todos son bromas en la concentración de la selección alemana en Gdansk después de la tormenta ofensiva ante Grecia en los cuartos de final. Gracias en parte a la sorprendente entrada en la alineación titular de dos jugadores insultantemente jóvenes, veloces y habilidosos: Marco Reus y André Schürrle. Muy amigos fuera del campo, según confesó el jefe de prensa de la federación, Harald Stenger, que los bautizó como “los gemelos siameses”.

Puesto que vivían a 60 kilómetros de distancia, se pasaban a visitarse a menudo durante la pasada temporada. El mayor, Marco Reus (Dortmund, 1989) ha jugado en el Borussia Mönchengladbach y ha marcado 21 goles en 37 partidos, siendo elegido mejor futbolista de la Bundesliga por sus compañeros en la revista Kicker. Fichado ahora por el Borussia Dortmund, el club donde había empezado con siete años, por 17,5 millones.

El segundo, André Schürrle (Ludwigshafen, 1990), sigue en el Bayer Leverkusen, eliminado por el Barça en los pasados octavos de final de la Champions. Schürrle es, tras Götze, el segundo más joven de la selección de Joachim Löw, que a su vez es la más joven del torneo. Schürrle y Götze, además, son los dos primeros internacionales nacidos después de la unificación alemana.

El primer gol de Reus en la Bundesliga, el 28 de agosto de 2009, llegó tras una carrera de 50 metros. Una premonición. Aunque su despegue se ha producido en el último año y medio, en un espectacular crecimiento a las órdenes del técnico suizo Lucien Favre.

Como vivían a 60 kilómetros de distancia, se pasaban a visitarse a menudo durante la pasada temporada

Schürrle ya despuntó mucho en el Mainz 05, formando un trío de ataque junto a Szalai y Holtby conocido como los Bruchweg Boys, en alusión al antiguo nombre del campo del Mainz y a su manera de celebrar los goles: simulando tocar la guitarra eléctrica. El Leverkusen pagó por él 6,5 millones en 2010.

Tras la derrota, el seleccionador griego, el luso Fernando Santos, confesó la sorpresa de haber visto en la alineación germana a Reus y a Schürrle en lugar de Müller y Podolski, los habituales jugadores de banda.

El entrenador alemán, Joachim Löw, presumió del talento y de la juventud de sus chicos, a los que ha inyectado el gen competitivo. Corren, driblan y disparan. Pueden jugar por dentro o por fuera. Al pie y al espacio. Y se entienden sin mirarse con Özil, otro jovencísimo talento. Son los gemelos siameses de Löw.

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