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Cantar el himno en la Mannschaft divide a Alemania

Özil, Podolski y Khedira, de origen turco, polaco y tunecino respectivamente, señalados por su silencio mientras sonaba la marcha antes del encuentro de semifinales contra Italia

Khedira, durante la semifinal de la Eurocopa ante Italia
Khedira, durante la semifinal de la Eurocopa ante ItaliaPATRIK STOLLARZ (AFP)

Alemania no ha digerido todavía su derrota en la Eurocopa y busca culpables por su eliminación. Los últimos en ser señalados han sido Mesut Özil, Lukas Podolski y Sami Khedira, de origen turco, polaco y tunecino respectivamente, por no haber cantado el himno antes del encuentro de semifinales contra Italia. La imagen de los jugadores en silencio mientras resonaba Das Lied der Deutschen (La canción de los alemanes) contrastaba con la de los futbolistas italianos que entonaban a voz en grito Il Canto degli Italiani (El canto de los italianos).

El debate sobre la supuesta falta de compromiso de los jugadores de la Mannschaft con su selección ha llegado a los medios germanos, redes sociales e incluso al ámbito político. "No juegan para sí mismos, sino para la selección nacional alemana. Ya es bastante vergonzoso que tengamos que discutir sobre esto. Los jugadores deberían saberlo", lamentaba el político de la CDU, primer ministro de Hessen, Volker Bouffier. En la misma línea se expresó Joachim Herrman, miembro de la CSU, ministro de Interior de Baviera: “Quien no tenga ganas de cantar el himno que se quede en su club”. Algunos políticos, como Cem Özdemir, presidente del partido de los Verdes, han salido en defensa de los deportistas. El dirigente ha recordado que los futbolistas no tienen ninguna obligación de entonar en voz alta Das Lied der Deutschen y ha reivindicado que lo importante es que la Mannschaft “vuelva pronto a ganar un título”. El propio ministro de Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, ha tenido que intervenir para calmar los ánimos: “Después de un partido perdido no hay que ponerse a buscar ahora todas las posibles razones por las que la cosa salió mal”.

El famoso columnista turco Ertuğrul Özkök tiró una lanza en favor de Özil: “Hay que dejarle en paz porque tomó una de las decisiones más difíciles de su vida, decidirse por la selección alemana y no la turca”. El propio jugador del Real Madrid ha salido al paso de las críticas. El centrocampista no entiende que se haya generado semejante polémica porque él y sus compañeros “lo han dado todo en cada partido de la Eurocopa” .

Uno que no se ha mordido la lengua ha sido el exinternacional Franz Beckenbauer, quien aseguró haber obligado a los jugadores a cantar el himno cuando se convirtió en entrenador de la selección en 1984: "Así fuimos campeones del mundo en 1990", declaró al diario Bild. Tomó la decisión después de que en su debut contra Argentina sus jugadores “se pasaron el tiempo mascando chicle y resoplando cuando sonaba el himno mientras los argentinos cantaban con rabia el suyo”. Aquel encuentro lo perdió la Mannschaft 3 a 1. Para el Kaiser “el furor se gesta antes del pitido inicial y para eso ayuda cantar todos juntos en alto el himno”

La obligatoriedad de cantar o no el himno nacional en Alemania queda en manos de entrenador. El actual seleccionador Joachim Löw dio libertad absoluta a sus pupilos respecto a esta cuestión. Menos comprensivo se mostró el nuevo director deportivo del Bayern Munich cuando entrenaba al equipo nacional germano junior: quien no quisiese cantarlo estaba obligado a explicar el motivo.

Para algunos, como el entrenador del Wolfsburgo Felix Magath, el fracaso de la selección se debe más bien a cuestiones relacionadas con la personalidad del deportista: “En los deportes, para obtener títulos, es necesario tener el férreo deseo de ganar. Cuando alzamos los dos últimos trofeos internacionales, en 1990 y 1996, no sólo teníamos en nuestras filas a grandes futbolistas, sino también a deportistas con mucho carácter y un inigualable espíritu de lucha” escribió en un mensaje publicado en la red social Facebook.

Mientras tiene lugar el debate sobre el himno se cumplen 18 años sin que Alemania conquiste un solo título. Mientras tanto, La Roja, con su himno silencioso, lleva tres en los últimos cuatro años.

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