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Simoncelli sigue en el recuerdo de todos

Honda regala la moto del piloto fallecido a su familia y otra de calle que será subastada con fines benéficos ● Mugello rinde tributo a ‘SuperSic’ con una tribuna en su honor

Nadia Tronchoni
Los padres de Simoncelli, junto a la moto.
Los padres de Simoncelli, junto a la moto.Honda Gresini Team

No había vuelto a entrar a un circuito desde aquel fatídico domingo del mes de octubre en el que perdió a su hijo Marco en una carrera de motos. Pero la vida siguió, aquella temporada terminó y ha empezado otra. A su paso por Mugello, el Mundial de MotoGP rinde tributo a SuperSic, el chico de los rizos alocados, la calcomanía de Rossi, su buen amigo, la gran esperanza del motociclismo italiano. No era necesario regresar a Italia para que Paolo Simoncelli comprendiera que hay pocos aficionados al motociclismo, si no ninguno, que se hayan olvidado de su hijo. “Hemos estado de vacaciones en Cerdeña unos días y en unos comercios del centro me encontré a tres chicos con el tatuaje de Marco. Es increíble el cariño que seguimos recibiendo de la gente”, decía el padre, la misma mirada triste tras las gafas de vista algo caídas. La mamá, Rosella, aguardaba en un segundo plano, recibiendo, eso sí, tantas muestras de afecto como él.

No era necesario regresar a Italia, pues cada circuito guarda una pancarta en recuerdo a Simoncelli, a aquel 58 ya inmortal; porque cada camión, cada moto, los ordenadores o las credenciales de quienes lo conocieron y siguen recorriendo el mundo al son de MotoGP llevan pegatinas que cierran la puerta al olvido. Si bien, era Mugello el lugar perfecto para rendirle homenaje. A mediodía de este sábado de carreras el paddock se reunió en torno a la carpa del equipo de Fausto Gresini, con el que el italiano dio el salto a la categoría reina, para brindar un aplauso a los familiares del chico, fallecido hace menos de un año, y presenciar el regalo que Honda -la fábrica para la que corría y que le dio en 2011 una moto pata negra pese a estar en un equipo satélite- tenía para ellos.

No era necesario regresar a Italia, pues cada circuito guarda una pancarta en recuerdo a Simoncelli, a aquel 58 ya inmortal

En realidad son dos los regalos: dos motos, con destinos distintos. Una es la RC212V que Simoncelli pilotaba y que quedará expuesta a partir de ahora en el museo que están preparando en Coriano, muy cerca de Cattolica, su ciudad natal, y que esperan pueda abrir sus puertas el próximo septiembre con motivo del gran premio de San Marino, en Misano, a escasos kilómetros. La otra es una CBR 1000 RR, más conocida como Fireblade, diseñada por Aldo Drudi, un modelo único, que se subastará por internet a través de eBay, con precio de salida de un euro pues es una subasta con fines benéficos, ya que la recaudación irá para la Fundación Marco Simoncelli, que gestiona la familia del piloto. La entrega se realizará el próximo mes de noviembre, finalizado el campeonato, en el Salón de Milán.

En Mugello, además, el equipo Gresini ha cambiado el negro de sus motos, en señal de luto desde que arrancó la temporada, por su habitual blanco “para recordarle”. Y también en Mugello hay desde este fin de semana una tribuna con el dibujo del 58, su número, en su honor. Nadie le ha olvidado.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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