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‘Héroes’ surgidos de las ruinas

Privados de infraestructuras y medios, solo 12 de los 53 países africanos que participan en 2012 lograron medallas en 2008

La abanderada Zamzam Mohamed Farah y el equipo de Somalia
La abanderada Zamzam Mohamed Farah y el equipo de SomaliaCHRISTOPHE SIMON (AFP)

Zamzam Mohamed Farah y Mohamed Mohamed están viviendo en Londres sus primeros Juegos Olímpicos. Ella tiene 21 años y él, 18. Los dos son atletas y constituyen la única representación de Somalia en estos Juegos. Zamzam disputará la carrera de 400 metros –a pesar de que su carrera deportiva comenzó en el baloncesto-, mientras que Mohamed probará suerte con los 1.500 metros. Los dos se estrenarán en el Estadio Olímpico el próximo viernes 3 de agosto.

Ninguno de los dos tiene esperanzas de medalla. Para ellos, el hecho de poder lucir la bandera de Somalia el día de la inauguración fue suficiente premio. Estos atletas se han entrenado a diario entre las ruinas de Mogadiscio, devastada por décadas de guerra. Corrían por carreteras sin asfaltar, entre el polvo, el tráfico y los escombros. Ambos son ídolos en su país; la ciudad de Mogadiscio se volcó en su despedida camino de Londres.

Su presencia en estos Juegos es todo un milagro, si se tiene en cuenta que en abril de este mismo año el presidente del Comité Olímpico Somalí y presidente de la Federación de Fútbol del país, Yabarow Wiish, murió en un atentado en un teatro de Mogadiscio, junto a otras nueve víctimas del terrorismo islamista.

La historia olímpica de Somalia comenzó en Múnich 72 con una representación de tres atletas. Hasta el año 2000 ninguna mujer participó bajo la enseña somalí en unos Juegos; esta será la primera vez que también participen en los Paralímpicos, con ocho deportistas. El sueño olímpico crece para todos en el continente verde. En Londres participan un total de 948 deportistas africanos, repartidos en 53 delegaciones. La de Somalia es un buen retrato de muchas de ellas. Compuestas por pocos integrantes –algunas solo tienen dos representantes-, son países que a muchos les costaría situar en un mapa; muchos de ellos en conflicto, rotos por la pobreza y la falta de oportunidades. Y aun así deciden vivir el sueño olímpico.

De los 53 países africanos que participan en Pekín, solo 12 de ellos consiguieron medalla

De los 53 países africanos que participan en estos Juegos, solo 12 de ellos consiguieron una medalla en la última cita olímpica. En Pekín 2008, el país que más metales cosechó fue Kenia, con un total de 14, situándose en el puesto número 15 del medallero. Le seguía Etiopía, con siete, en el puesto 18. Argelia, Camerún, Egipto, Marruecos, Nigeria, Sudáfrica, Sudán, Togo, Túnez y Zimbaue también rascaron metal en China.

A pesar de su mínimo peso dentro del escenario internacional, el deporte africano es una mina para el espíritu olímpico. Las hazañas de Hicham El Guerrouj, que se colgó el oro en 5.000 y 1.500 metros en Atenas 2004, o los dos oros en maratón de Abebe Bikila, en Roma 60 y Tokio 64, siempre descalzo, han sido hitos olímpicos. También lo fue la entrega del nadador Eric Moussambani, que consiguió terminar los 100 metros en un minuto en Sidney 2000, toda una hazaña si se considera que en su país, Guinea Ecuatorial, no había nadado nunca en una piscina olímpica.

El atletismo es la punta de lanza de un continente que aún está por despegar en lo deportivo. Los deportes de equipo tradicionales, como el fútbol, llevan años tomando fuerza y estabilizándose en Nigeria, Camerún y otros países del África negra; en el arco mediterráneo el balonmano es un deporte pujante. Pero aún falta algo, un salto de calidad.

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