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“Impresionaba el ruido metálico de las vallas”

El tenista catalán no ha vuelto a ver el partido que supuso la medalla de plata

Jordi Arrese celebra un punto ante Lavalle
Jordi Arrese celebra un punto ante LavalleRicardo Gutiérrez

Pasó un año durísimo para prepararse los Juegos Olímpicos. Jordi Arrese (Barcelona, 1964) estaba convencido de que, con 27 años, era su última oportunidad de ganar una medalla olímpica. Vivió un mes angustioso antes del comienzo, cuando parecía que la Federación Española de Tenis iba a elegir a Carles Costa. Su amigo se negó a sustituirle y Arrese llegó hasta la final. Perdió frente al suizo Marc Rosset por 7-6 (7-2), 6-4, 3-6, 4-6, 8-6, en 5 horas y 3 minutos. Fue el partido más largo de la historia de los Juegos.

Pregunta. ¿Qué recuerda de ese día?

Respuesta. Muy poco. El día de la final no fue un día muy bonito para mí. Gané la medalla pero perdí el partido. Recuerdo que se me escapó el encuentro. En el tie-break del tercer set él estaba muy cansado, paró el partido con el fisio, aparecieron las nubes, se encendieron las luces artificiales y ganó… Fue el momento más importante de mi vida deportiva pero se me escapó la medalla de oro. Tuve un sabor amargo y ahora un recuerdo muy cálido.

P. Se preparó con tesón.

R. Mucho. Durante la competición, salía a cenar un par de veces a la semana por Barcelona, pero siempre con mi familia. A ellos les dediqué el gesto [los dedos índice y pulgar sobre el pecho] que hice tras ganar a Lavalle y saber que ya tenía la medalla de bronce asegurada. Estuve meses entrenándome sin parar, preparándome con psicólogos. Fue un año duro con muchas horas de sufrimiento, pero era mi momento.

P. ¿No salió de fiesta ningún día en la Villa Olímpica?

R. Nada de fiestas. No viví en la Villa olímpica. Se decidió que los tenistas durmiesen en casa y me fui a la de mis padres en Gavà Mar. Mentiría si dijese que no me hubiese gustado conocer más el ambiente olímpico pero en casa estaba muy a gusto, muy concentrado, fresco —incluso me tapaba en la cama por las noches—, todo era perfecto junto a mi familia.

“Me hubiera gustado conocer más el ambiente olímpico. Dormía con mis padres”

P. ¿Era favorito?

R. No, no se esperaba mi medalla, estaba en el ranking el veintipico pero para mí no fue una sorpresa por todo lo que había luchado para conseguirlo.

P. Antes de la final, ¿qué partido fue el más especial?

R. El de segunda ronda ante Magnus Gustafsson. Fue el más duro, me impresionó escuchar el ruido de la gente golpeando con los pies las vallas metálicas, sentí unas sensaciones únicas que me llevaron hacia la victoria.

P. ¿Celebra ese día cada año?

R. No, ni me acuerdo en qué día cayó la final.

P. ¿Ha vuelto a ver el partido?

R. Nunca. Supongo que cuando mis hijos crezcan me pedirán que lo vea con ellos. Creo que está grabado por ahí en VHS así que no sé cómo lo haremos…

P. ¿Tampoco mira la medalla de plata?

R. Pues poco. Hasta hace poco estaba en la Federación Catalana de Tenis. Ahora está en casa guardada con los demás trofeos.

P. Se ha alejado del mundo del tenis en los últimos años…

R. Sí, y últimamente más. Hemos tenido un embarazo complicado y estoy dedicado a mi familia aunque me acerco a las pistas para seguir a mi sobrina de 10 años.

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