_
_
_
_
_

Una goleada que agria a San Mamés

Un sólido Betis se lleva un partido loco ante un Athletic que pagó su pésima primera mitad

Los jugadores del Betis celebran uno de los goles.Foto: sogecable | Vídeo: Miguel Toña
GORKA PÉREZ

No era cuestión de tiempo, ni de dejarse llevar por sensaciones extrañas. Más bien la consecuencia de ese aroma nada embriagador que rodea una escena en la que la tormenta está por venir, aunque se venga anunciando en los últimos partes.

Uno de esos chaparrones que se vislumbran en lo alto, pero para los que decides no cubrirte en un desafío desinhibido a la naturaleza. Algo parecido le sucedió al Athletic, al de la cara agachada y la camiseta temblorosa, que, consciente de que el temporal no presagiaba un ambiente precisamente estable, se enfrentó a pecho descubierto ante una realidad en la que ahora se encuentra bastante más desguarnecido. Terminó, tras un partido con más goles que espectáculo, amortajado, consciente de que ahora parte con varios pasos por detrás de aquel recuerdo nada lejano del curso pasado, y con una exigencia propia que puede, como ayer, condenarle cuando las fuerzas le fallan.

Athletic, 3 - Betis, 5

Athletic: Iraizoz; Iraola, San José, Gurpegui, Í. Pérez; Iturraspe (Ruiz de Galarreta, m. 23), De Marcos, Herrera (I. Gómez, m. 46); Susaeta, I. López y Toquero (Aduriz, m. 46). No utilizados: Raúl; Castillo, Ekiza y Ramalho.

Betis: Fabricio; Chica, Paulão, Dorado, Nacho; R. Pérez, Beñat (Pozuelo, m. 74); S. Agra (Cañas, m. 60), R. Castro, Juan Carlos (J. Pereira, m. 78) y J. Molina. No utilizados: Casto; Amaya, Alex M., Pereira y Sevilla.

Goles: 0-1. M. 8. Rubén Castro. 0-2. M. 25. Jorge Molina. 0-3. M. 30. Beñat. 1-3. M. 46. De Marcos. 2-3. M. 66. San José. 3-3. M. 75. San José. 3-4. M. 80. Pozuelo. 3-5. M. 86. Jorge Molina.

Árbitro: Teixeira Vitienes II. Amonestó a Rubén Castro, Beñat, San José y Aduriz.

San Mamés: unos 39.000 espectadores.

A ese tiempo de camiseta descubierta se agarró el Betis para provocar una caída en tromba, no de agua, pero sí de fútbol y goles en media hora ante un Athletic famélico sin dominio de la situación. Fue su particular ofrenda al desastre. No ofreció flores, porque las últimas que han florecido están por podarse en busca de otra primavera, sino despojos de una piel con la que tendrá que tendrá que convivir si se confirma la salida de Llorente y Javi Martínez y a la que de momento no parece comprender. Perdió rápidamente el gusto por sí mismo ante un Betis gigante, que se comportó a la altura de las circunstancias gracias a la omnipresencia de Beñat. Un joven salido de la cantera de Lezama que recibió los pitidos de un público que le teme en la distancia aunque le gustaría contemplarlo de nuevo en casa.

Fabricada la alineación con remiendos como Gurpegui e Iñigo Pérez en defensa, Marcelo Bielsa construyó el equipo con las mismas intenciones que el curso pasado pero con distintos pilares sobre los que sostenerla. Con Iturraspe haciendo de Javi Martínez, y Toquero haciendo de Llorente, se consigue, precisamente, una mezcla que provoca un juego sucedáneo con el que el resultado no resulta similar.

Un omnipresente Beñat despertó los silbidos de una afición que le teme y le quiere

Por eso, un mal quiebro de Iturraspe en el centro del campo quedó atado a los pies de Beñat para que se lo cediera a Rubén Castro y este engañase con un giro de cadera a Iraizoz. Era el primer gol de un partido al que pretendía echarle el lazo el conjunto andaluz, que sumó, visto el festival de fallos en el marcaje, otros dos goles antes de que el Athletic comprendiera lo que estaba sucediendo. Jorge Molina, tras una jugada de futbolín, y Beñat con un zapatazo desde fuera del área, golpearon anímicamente a un Athletic paupérrimo.

El equipo de Bielsa realizó su particular ofrenda al desastre con un juego famélico

Aun así, de la nada, donde ya no queda más terreno que descender, el Athletic rescató parte de ese carácter que se le presupone. Con Aduriz e Ibai Gómez sobre el campo cambió la forma de encarar el partido y encontró por primera vez algún resquicio por el que sintonizarse. Un gol de De Marcos cuando apenas había comenzado la segunda mitad le metió en el partido, y dos goles de San José de cabeza parecieron dar la vuelta a un espejo en el que el rostro deteriorado pasó a ser el del Betis. Sin embargo, cuando la inspiración solo aparece por momentos, y se espera que solo de ella nazca la respuesta final, el Betis, más sólido durante todo el partido, se hizo aun más grande y con dos goles de Pozuelo y Jorge Molina volteó de nuevo un partido descalabrado.

Fue el homenaje del fútbol inestable a la lotería del gol. Esa en la que el Athletic de momento no tiene boletos, y el Betis una tira premiada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_