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Mourinho alienta un cambio de ciclo

El entrenador del Madrid les dice a sus jugadores que la Supercopa les permitirá reivindicarse como el gran equipo español

Diego Torres
Mourinho durante el entrenamiento del Real Madrid.
Mourinho durante el entrenamiento del Real Madrid.Chema Moya (EFE)

La obstinación de José Mourinho por construir en solitario una imagen pública de sí mismo y del club que representa ha convertido a la ciudad deportiva del Madrid, en Valdebebas, en el búnker más hermético del fútbol mundial. De vez en cuando se abren las barreras y se produce una peregrinación vigilada de periodistas hacia un balcón desde donde se permite grabar a los jugadores durante quince minutos, mientras caminan por el césped. Luego los guardias conducen a los visitantes hacia una sala con vistas a un patio interior. Al fondo de la sala hay una puerta. Aunque el club no lo anuncie, la costumbre indica que, en víspera de partidos, por esa puerta sale un delegado de Mourinho, o Mourinho en persona, y habla. Así es que los congregados esperan, preguntan, escuchan, y se van. Eso hicieron ayer mientras el entrenador del Madrid desplegó exactamente el discurso que había previsto durante semanas para persuadir a su audiencia de que no le preocupa la presencia de Tito Vilanova en el banquillo del Barça ni le importa especialmente la Supercopa que comenzará a disputarse esta noche en el Camp Nou.

El año pasado, cuando Mourinho supo que había perdido la Supercopa, atacó al subalterno del entrenador del Barça metiéndole el dedo en el ojo, a pesar de que la víspera del partido de ida se esforzó por restarle trascendencia a la competición. Casi exactamente como ayer, dijo: “Es el trofeo menos importante de la temporada”. El cuadro se repite con precisión, salvo por dos detalles. Ahora el primer responsable técnico del Barcelona es Vilanova, el exsubalterno agredido con el dedo, y la vuelta se juega en el Bernabéu, cuestión que causa cierta congoja. El presidente, Florentino Pérez, no quiere descuidar un título que puede ganarse, o perderse, ante la propia afición. En realidad, Mourinho tampoco. Según los empleados del club consultados, en previsión de un tropiezo, el técnico ha desarrollado una estrategia de comunicación en la que pretende quitarle importancia a la Supercopa. Pero a los jugadores y a sus colaboradores les ha hecho saber que hay mucho en juego. Y que, al revés de lo que diga en público, el resultado puede tener consecuencias profundas.

Sus palabras en público contradicen la dedicación de puertas para dentro

A sus jugadores y a sus ayudantes, Mourinho les ha hablado de la oportunidad de confirmar el cambio de ciclo. “Hay que dejar claro que estamos ante un cambio de hegemonía”, explica un futbolista. “Porque si no ganamos habrá gente que le quitará valor al título de Liga. Se tiene que ver que nosotros somos el mejor equipo de España. Si ganamos será muy duro para el Barça desde el punto de vista psicológico”.

Las palabras de Mourinho en público contradicen la dedicación que ha empeñado en preparar el doble clásico de puertas para adentro. Lleva un mes ultimando detalles. Dicen en Valdebebas que el técnico ha trabajado más en organizar la Supercopa que en planificar las semifinales de la Champions contra el Bayern de la temporada pasada. El afán del entrenador se ha puesto de manifiesto tanto en el plano físico, como en el táctico y en el psicológico.

“Si no ganamos, habrá gente que le quitará valor al título de Liga”

En la caseta de Valdebebas alertan sobre otra circunstancia. Quienes conviven a diario con el técnico creen que a Mourinho, siempre atento a su reputación, le preocupa que su adversario en el banquillo sea Tito Vilanova, hombre al que ninguneó el año pasado, precisamente después de meterle el dedo en el ojo, diciendo que no sabía cómo se llamaba: “¿Pito?”. Más que la derrota, al entrenador le inquietan las burlas que se sucederían. “Para mí este es el Barcelona y punto”, replicó ayer, cuando le preguntaron si apreciaba la mano de su colega Vilanova en el equipo azulgrana. Nunca mencionó su nombre.

Mourinho confirmó que no contará con Pepe en el Camp Nou. En lugar del central, accidentado el domingo, dispondrá de Raúl Albiol, que acaba de renovar su contrato hasta 2017. A Albiol el clásico lo pilla sin ritmo competitivo. El defensa fue titular en 32 partidos de Liga en la temporada 2009-10. En la siguiente campaña, la primera de Mourinho, comenzó 13 partidos. En la última temporada apenas fue titular cinco veces (647 minutos).

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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