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El Valladolid vuelve con estilo

El conjunto pucelano vence (2-0) con dos goles de penalti a un Levante muy defensivo

Javi Guerra trata de controlar el balón ante Ballesteros y Xavi Torres.Foto: sogecable | Vídeo: elias morate

El Valladolid de Djukic también funciona en Primera. El estilo que le dio el ascenso, ese que le concedió el cartel de ser el equipo que mejor fútbol hacía en la categoría, le sirvió para derrotar a un Levante que llegó a Zorrilla a administrar los esfuerzos de un inicio de campaña exigente con la competición europea de excusa, y al que el guión apenas le dio para organizar un par de ocasiones de gol, eso sí, con errores defensivos de por medio. El Levante apenas fue capaz de construir nada.

Djukic les ha dado a los suyos una forma de actuar innegociable, tocar, paciencia, posesión, un faro, Álvaro Rubio y las bandas afiladas, el estilo del ascenso y eso sí, un par de puntas que son mal negocio para cualquier defensa. El Levante salió al césped con un plan demasiado pequeño, ocho por detrás del balón muy juntos, casi apretados, por momentos con una línea de cinco alrededor de Munúa y Barquero y Ángel a su aire.

Valladolid, 2 - Levante, 0

Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Marc Valiente, Jesús Rueda, Balenziaga (Peña, m. 85); Álvaro Rubio, Víctor Pérez; Ebert, Óscar (Neira, m. 79), Omar (Lolo, m. 65); y Javi Guerra. No utilizados: Hernández; Peña, Sastre y Baraja.

Levante: Munúa; Llel, Ballesteros, David Navarro, Pedro López; Iborra, Diop (Dudka, m. 74); Michel (El Zhar, m. 59), Barkero, Juanlu; y Ángel (Rodas, m. 45). No utilizados: Navas; Pallardó, Gekas, Óscar Serrano.

Goles: 1-0. Min. 37. Víctor Pérez de penalti. 2-0. Min 47. Víctor Pérez de penalti.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Mostró tarjeta amarilla a Pedro López, Diop, Iborra, Álvaro Rubio, Barkero, Ballesteros y expulsó a David Navarro por dos tarjetas amarillas en el minuto 36.

Unos 13.000 espectadores en Zorrilla.

La idea casi sale bien, porque el Valladolid, caluroso, veraniego y lento, estaba atrancado, solo funcionaba cuando Óscar se echaba unos metros atrás, cuando podía mirar de frente y no de espaldas o cuando entre Ebert y Rukavina se aprovechaban de la palidez de Pedro López, diestro cerrado, en la banda izquierda. Volcado como estaba el Valladolid, el Levante se ocupó en buscar algún error y llegaron dos, y seguidos, los dos de Rukavina, y los dos terminaron por encima del larguero en dos remates de Ángel.

Y en esas apareció David Navarro para interceptar con la mano una jugada de Rukavina dentro del área, penalti, tarjeta amarilla, la segunda, expulsión y gol de Víctor Pérez, el mismo que en la primera jornada había fallado uno en Zaragoza. El Valladolid había resuelto todos sus problemas en una sola jugada porque la reestructuración de Juan Ignacio Martínez le sirvió para soltarse, para expulsar toda la tensión del regreso a Primera en su estadio con futbolistas que apenas conocen ese escenario.

El inicio de la segunda parte terminó de resolver el partido. Omar se escapó por la izquierda de Diop y el medio centro azulgrana le cargó con el árbitro pegado a su espalda. Otro penalti y otro gol de Víctor Pérez, una desventaja demasiado amplia para el Levante, que ya no era capaz de cerrar su defensa como antes, que estaba completamente partido y que solo se esforzó en guardar fuerzas para la vuelta de la Liga Europa.

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