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Kilo y medio del mejor Piqué

El central del Barça adelgazó, según los veteranos del equipo, “tras ver las orejas al lobo”

Piqué golpea en largo durante el partido contra Osasuna.
Piqué golpea en largo durante el partido contra Osasuna.David Ramos (Getty Images)

Piqué no es tonto. Así que, después de ganar con España la Eurocopa en Kiev, se fue de vacaciones sin olvidarse de que todo termina y que llegaría el día de volver al tajo. Era consciente de que no quería vivir una temporada como la anterior, porque según dijo, perdió las sensaciones de futbolista. “Comí mucha mierda”, admite, así que decidido a no volver a pasar por ello, “a ser útil otra vez”, obró en consecuencia. El central del Barcelona, que siempre tuvo buena letra, usó su privilegiada cabeza, entendió que se es futbolista incluso de vacaciones, escuchó a los suyos y volvió fino al curro.

“Está mejor porque se cuidó este verano más que el pasado”, explican en la ciudad deportiva azulgrana al comparar al futbolista de un año a otro. “Gerard vio las orejas al lobo. Si no estás bien, aquí no juegas”, dicen los veteranos en el vestuario. “El curso pasado le costó coger el ritmo”. Se relajó en el verano, se lesionó en la pretemporada, se distrajo durante el año... Una mala mezcla.

“A un jugador de su peso y estatura siempre le cuesta más volver a arrancar. Es como un tractor”, le disculpan los más cercanos. “Gerard es lo que quiere ser”, repetía Guardiola; “de él depende”. O sea, “el mejor jugador del mundo en su puesto”, como solía asegurar Tito Vilanova, o uno más, como a menudo se sintió él mismo, lejos de su mejor nivel, el último curso.

“Aprendí que, cuando algo va mal, cambiar la tendencia es muy complicado”

Kilo y medio marcan la diferencia en un futbolista que no terminó de aparecer hace un año, pero que ha dado un paso al frente con la osadía que se le supone en este inicio de campeonato. “Está enchufado. Suele ocurrir cuando hay un entrenador nuevo. Necesitamos que le dure”, admiten en el club. Ese kilo y medio de menos en el peso dice mucho de él, de su voluntad, y justifica su rendimiento en este agosto de competición.

La báscula no engaña. Y sus sensaciones aún menos: “Físicamente me encuentro mejor que el año pasado”, dijo al explicar el porqué se le ha visto saltarse la primera línea de presión rival con una enorme facilidad en este inicio de curso: “Solo intento ayudar. A veces puedo colaborar en eso y otras no, porque voy asfixiado tras un par de carreras, pero en el Barça nunca me han dicho que no suba y si puedo, si me encuentro bien, lo hago”.

“No ha hecho nada especial; solo se ha cuidado”, matizan en el club. No ha seguido una dieta, pero se priva hasta de comer chocolate, una de sus pasiones. Quien algo quiere algo le cuesta. Y Piqué quiere ser grande, demostrar que es uno de los mejores centrales del mundo, un referente, otra vez, consciente de que la pasada temporada “no fue la mejor”. “Aprendí que, cuando la rueda gira a favor todo es muy fácil, pero que tratar de invertir la tendencia cuando va mal es muy complicado”, dijo ayer.

Mañana comparecerá ante el Madrid listo para un partido de los que le gustan, de los grandes de verdad, la vuelta de la Supercopa, convencido, o eso dice, de que le motiva más el deseo por alcanzar el primer título del año que el placer de hacerlo en el Bernabéu. “El año pasado pudo ser al revés. Ya se ha ganado algún título allí, no será ni la primera ni la última vez, pero sí será el primer trofeo del año y eso motiva. Es un título importante para el club y queremos ganarlo. Hemos jugado las cuatro últimas supercopas y eso debe hacernos pensar y valorar el título”.

Piqué, que mandó un mensaje a Pepe cuando el portugués fue hospitalizado tras chocar con Casillas frente al Valencia, agradece que el tono de los duelos con el Madrid se haya relajado. “Se habla de fútbol, que es lo importante. Esto es un espectáculo. Estamos más cómodos en este terreno y hasta la prensa no tiene que hablar de según qué cosas”, dijo antes de admitir que, aunque “sorprendan”, los dos tropiezos del Madrid en Liga no son definitivos. “Al final gana el más regular en 38 jornadas, no el que suma más puntos en los dos primeros partidos”.

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