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El hombre que intentó convencer a Senna de que lo dejara

Fallece Sid Watkins, responsable médico del Mundial de F-1 durante décadas y figura clave que hizo aumentar la seguridad del campeonato

Oriol Puigdemont
Sid Watkins.
Sid Watkins.Christian Fischer (Getty)

Si el campeonato del mundo de fórmula 1 puede presumir de ser, probablemente, uno de los certámenes más seguros de la actualidad, eso es en gran parte gracias a Eric Sidney Watkins (Liverpool, 1928), fallecido esta pasada madrugada a los 84 años. Durante tres décadas fue el jefe médico del campeonato, el encargado de velar por la seguridad de los pilotos, y de la mano de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el principal responsable de que el Mundial lleve 18 años sin contar una víctima mortal.

El último fallecido hasta la fecha aún es Ayrton Senna, durante el transcurso de aquel fatídico Gran Premio de San Marino de 1994, en Imola, en el que un día antes también perdió la vida el austríaco Roland Ratzenberguer. A raíz de aquel fin de semana, la FIA y Watkins comenzaron a elaborar una hoja de ruta con el objetivo de tratar de evitar dramas como los que por aquel entonces se vivían mucho más asiduamente. El resultado final es el marco actual, en el que los bólidos son prácticamente búnkeres inexpugnables y los circuitos están perfectamente adecuados y preparados para recibirlos.

La relación entre Watkins y Senna trascendía a los circuitos, como refleja estupendamente el documental acerca de la vida del piloto. En él, el Profe Sid reconoce incluso haber tratado de convencer a Senna, ya tricampeón del mundo, para que abandonara las carreras a raíz de un accidente previo en el que Senna terminó con su Williams del revés. “¿Qué más quieres lograr? Has ganado el título tres veces y ya has demostrado que eres el hombre más rápido de la tierra. Déjalo ya y vámonos a pescar”, le dijo el doctor, sin éxito. “Sid, hay cosas sobre las que no tenemos control y a pesar de ello no podemos dejar de hacerlas”, le contestó el paulista.

Nacido y educado en Liverpool, Watkins trabajó como médico en los circuitos de Brands Hatch y Watkins Glen, antes de reunirse en 1978 con Bernie Ecclestone, quien le ofreció el papel que desarrolló hasta retirarse en 2005, al tiempo que también ejercía en el Royal London Hospital. El reconocimiento a su labor fue tan unánime que le llevó a recibir la Orden del Imperio británico en 2002.

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