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Siempre los Bryan

La pareja estadounidense estira la eliminatoria (España, 2; EEUU, 1) tras ganar a la española por 6-3, 3-6, 7-5 y 7-5 con Granollers lesionado

J. J. M.
La pareja española, de rojo, y la estadounidense, de blanco, durante el duelo.
La pareja española, de rojo, y la estadounidense, de blanco, durante el duelo.MIGUEL RIOPA (AFP)

Cuando Àlex Corretja le tira una toalla contra el pecho a Marc López (“¡Vamos!”, grita), señala a un líder y resume que una cosa ha quedado clara: la dupla que forman El Boleta y Marcel Granollers puede competir de tú a tú contra los hermanos Bryan, los número uno mundiales, campeones de 12 grandes y de dos medallas olímpicas. Si los españoles ceden 6-3, 3-6, 7-5 y 7-5 el tercer punto de las semifinales de la Copa Davis (España, 2; EE UU, 1) es porque los Bryan son muchos Bryan; porque Granollers, que juega con la pierna izquierda vendada, piensa ya en el segundo set en el abandono; y porque a los locales, con López compitiendo con un calcetín compresor para paliar los dolores que le llevaron a la retirada en las semifinales del Abierto de EEUU, les fallan esas piernas doloridas para cerrar algunos peloteos decisivos.

“En la Copa Davis no me salía de dentro decir que me iba”, resume luego Granollers ante las cámaras de TVE. “Marc ha tenido mucha paciencia y gracias a él hemos estado con un resultado casi igualado”, cierra. “El tenis no está siendo justo con él”, le continúa su compañero López. “Nos sentíamos muy cómodos, es una desgracia, yo la sufrí hace una semana en Estados Unidos. Es muy duro. El resultado ha sido igualado con él lesionado. Hay que felicitarle”.

López y Granollers perdieron su servicio de inicio. A partir de ahí construyeron una larga lista de méritos: ganaron la segunda manga; tuvieron la primera bola de break en la tercera y un 5-5 y 0-30; fueron los que lograron la primera rotura del cuarto parcial, y luego, perdida esa ventaja, apretaron de lo lindo (de 4-4 y 0-40 a 4-4 y punto de break) y hasta superaron un punto de partido en contra. Finalmente, se inclinaron con una doble falta.

Frente a la buena puesta en escena de los españoles, los estadounidenses dejaron su sello: impresionante contundencia en la red para cerrar las jugadas (cuando remata un Bryan no vuelve la pelota); gestión inmejorable de los momentos clave (cargan juntos a la red, presionan, se hacen gigantes); y el plus que da siempre la dinámica positiva generada por el triunfo, especialmente tras un verano que les ha visto conquistar el oro olímpico y el Abierto de Estados Unidos.

Gijón, por lo tanto, verá un día más de semifinales. El domingo, desde las 12.00 (Teledeporte), David Ferrer se enfrentará a John Isner. Si pierde el alicantino, Nicolás Almagro y Sam Querrey discutirán el punto decisivo.

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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