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“¡Suelta a la bestia!”

Yaya Touré es la solución ofensiva que los hinchas del City reclaman a Mancini

LADISLAO J. MOÑINO
Yaya Touré elude el cruce de Diaby, del Arsenal
Yaya Touré elude el cruce de Diaby, del Arsenaljason lee (REUTERS)

Después de lanzar su carrera por media Europa (Beveren, Metallurg, Olympiacos, Mónaco) y de consolidarla en el Barcelona de los seis títulos, Yaya Touré (Costa de Marfil, 1983) ha encontrado a sus 29 años en el Manchester City al entrenador, Roberto Mancini, y al club que más importante le han hecho sentirse. Por fin, se ve como una pieza indispensable, como la gran estrella de un equipo, un rol por el que ha batallado en todos los clubes por los que había pasado hasta recalar en el inglés. Le ha costado que se le reconociera esa trascendencia, pero ahora nadie se atreve a discutírsela.

En el club mancuniano se le considera una especie de padrino, un tipo con tanto poder en el vestuario como sobre el campo. Igual calma a Balotelli —se dijo que tuvo un enfrentamiento a golpes con él y lo desmintió— que protege a los futbolistas más jóvenes, aconseja a la dirección del club sobre la conveniencia de la continuidad de su entrenador o influye en la toma de decisiones en los fichajes. Tampoco se muerde la lengua a la hora de advertir a sus compañeros: “La pasada Liga de Campeones fue un desastre. Debemos cambiar”.

En el campo todo gira sobre su imponente figura, con un impacto físico, táctico y técnico que no es habitual en futbolistas de tanta envergadura y musculatura. Touré es el termómetro emocional de un equipo que suele desenvolverse según el grado de excitación de su número 42, que, dado la vuelta, se convierte en el 24, el dorsal con el que jugaba en el Barcelona.

Es Gullit. Puede jugar en cualquier posición. Es fuerte, rápido y técnico” Roberto Mancini

La hinchada del City, que le adora y jalea su nombre acompasada con gestos y danzas africanas, tiene una consigna para su técnico cada vez que los partidos se ponen cuesta arriba. “Release the beast (suelta a la bestia)!”, gritan a Mancini. Esa variante está considerada como uno de los planes B más efectivos de la Premier League y su técnico se ha planteado en más de una ocasión que sea un plan definitivo. La repercusión de Yaya en el juego del City parte desde la posición de mediocentro, junto a Barry, aunque hoy es probable que lo haga al lado de Javi García.

A medida que Mancini le ha visto ganar partidos desempeñando funciones según las necesidades del equipo, en su cabeza se fue formando la imagen de un viejo compañero suyo en el Sampdoria: “Yaya es Gullit. Puede jugar en cualquier posición. Es fuerte, rápido y técnico”. “Es uno de los mejores jugadores del mundo en su posición. Es un desafío medirse a él”, dice el madridista Khedira.

El desarrollo de los encuentros es el que propicia sus apariciones allí por donde perciba que hay una necesidad o una avería. Se le ha visto auxiliar al equipo como mediapunta, interior, extremo y en ocasiones hasta como delantero centro. Mancini, como Pep Guardiola en su día, considera que su mejor versión es la de central. En esa posición fue decisivo en la final de la Liga de Campeones que el Barça conquistó en Roma en 2009 y en la final de Copa ganada al Athletic en Mestalla ese mismo año. Yaya ha alcanzado un estatus en el City, en el que goza de plena libertad, y en esa capacidad para poder elegir posición se niega en rotundo a jugar en el eje de la defensa.

Ninguna de las adquisiciones multimillonarias del jeque discuten el liderazgo del centrocampista marfileño

En el Barcelona le recuerdan como un futbolista “con unas condiciones físicas y técnicas excepcionales, solidario, buena persona e integrado en el vestuario, pero que no aguantó el pulso competitivo con Busquets cuando este irrumpió en el primer equipo”.

Esa necesidad de sentirse indispensable y una oferta suculenta le llevaron a abandonar el Barcelona pese a la oposición de Guardiola y del vestuario, que trataron de convencerle para que se quedara. En el Camp Nou dejó muestras de su gratitud hacia quien fue fundamental en su recuperación de una lesión de espalda y en la mejora de su juego con el balón en los pies. José Antonio Pozanco, Ros, un antiguo canterano de La Masia, le trató y le ayudó en el manejo de la pelota y a entender el juego. “He pedido a alguien que me curara la espalda y también me ha enseñado a jugar al fútbol”, dijo como muestra de agradecimiento a Ros. A Abidal, uno de las grandes amistades junto a Keita que cultivó como azulgrana, le visita a menudo para apoyarle de cerca en su lucha contra la enfermedad que le tiene alejado de los terrenos de juego.

Es uno de los mejores jugadores del mundo en su posición" Sami Khedira

En el City, ni Agüero, ni David Silva, ni Balotelli, ni Tévez, ni Nasri ni ninguna de las adquisiciones multimillonarias del jeque Sheik Mansour discuten el liderazgo del centrocampista marfileño, que también es el mejor pagado del plantel con 13 millones de euros. Esa jerarquía se la ha ganado contribuyendo de manera decisiva a los títulos de Copa (2011) y Liga (2012). “Ganar en el Bernabéu es una experiencia única, suficiente para que salgas en todas las portadas”, ha dicho uno de los protagonistas de una de las mayores humillaciones que se recuerdan en el Bernabéu. Yaya Touré formó en el once barcelonista del 2-6 como mediocentro defensivo y esa tarde fue intratable para los centrocampistas blancos, a los que ahora también señala: “La clave del partido estará en las batallas en el centro del campo contra Xabi Alonso, Khedira y Özil”.

Se esperan 4.000 aficionados del City

Solo unas horas tardó el Manchester City en vender las 3.600 entradas que puso a la venta en su página web. Sin embargo, se espera la llegada de unos 4.000 aficionados. Los 400 seguidores que vienen sin entrada no tendrán problema para conseguir una localidad, ya que todavía quedan 10.800 sin vender, así que no se espera lleno para el partido de esta noche. El Real Madrid cuenta con 40.000 socios abonados a la Liga de Campeones frente a los 65.000 de la Liga. Además, los precios de los tickets han subido para el público en general con respecto a las últimas temporadas (parte de esta subida se debe al aumento del IVA del 18 al 21 %) y las cantidades este año van desde los 50 euros a los 195.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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