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Mourinho busca sitio a Modric

El técnico estudia situar al croata en el ‘trivote’ a pesar de su falta de despliegue y escasa capacidad atlética

Diego Torres
Mourinho observa a sus jugadores, ayer en Valdebebas
Mourinho observa a sus jugadores, ayer en ValdebebasAlejandro Ruesga (EL PAÍS)

El fichaje de Luka Modric despertó gran curiosidad entre sus nuevos compañeros del Madrid. Las preguntas circulan desde hace semanas en el vestuario y los pasillos de Valdebebas. ¿Para qué le han contratado? ¿A qué esquema dará forma? ¿Qué jugador le cederá su puesto? ¿Cómo hará con tan poca resistencia física para cumplir con las férreas demandas del mánager, José Mourinho? Las respuestas comenzaron a dilucidarse en los entrenamientos. Mourinho ha estado ensayando con el croata en el medio campo, en un esquema de 4-3-3, lo que los futbolistas vulgarmente llaman trivote y que, en la filosofía del entrenador, es la versión conservadora de su 4-2-3-1.

Para el técnico madridista, el 4-3-3 implica el sometimiento del mediapunta a las labores defensivas propias de los mediocentros. La variante pretende conseguir un mayor control del juego a cambio de perder profundidad. Más equilibrio en la defensa y menos creatividad arriba. Mourinho ha acariciado la idea de poner en práctica el plan contra el Manchester City, esta noche, sustituyendo ejecutantes: donde antes empleaba a Özil o a Granero ahora estudia situar a Modric.

Fuentes de la plantilla del Madrid ven que la elección de Modric, futbolista ligero, no coincide con el tipo de centrocampista que ha seducido a Mourinho a lo largo de su carrera. Lass, Essien, Khedira, Lampard, Obi Mikel, Motta, Cambiasso e incluso Sneijder tienen más cualidades atléticas que Modric, según sus nuevos compañeros. La resistencia es una cualidad imprescindible para jugar en este sistema, observan en el Madrid, porque Mourinho exige que los volantes centrales, en la posición de 4-3-3, escolten a Alonso cuando el equipo se defiende y acompañen la jugada cuando ataca. Esta función requiere esfuerzos continuos. Los compañeros advirtieron que en Sevilla, el sábado pasado, Modric solo tardó 15 minutos en dar síntomas de agotamiento.

“Tiene la magia típica de los grandes talentos”, resalta el portugués

“Cuando jugamos con un 4-2-3-1, suele haber cinco hombres para cubrir el mismo espacio: los dos extremos, el mediapunta y los pivotes”, explica un jugador que viajó a Sevilla; “con el 4-3-3, los tres atacantes se suelen quedar descolgados arriba y los tres mediocentros tienen que cubrir todo el espacio que antes ocupaban cinco jugadores”.

Mourinho, ayer en rueda de prensa
Mourinho, ayer en rueda de prensaAlejandro Ruesga (EL PAÍS)

Como Mourinho no convenza a los atacantes de bajar a defender, en el vestuario son pocos los que ven a Modric cumpliendo con la misión del técnico. Los jugadores le creen débil. Pero le reconocen grandes virtudes. Dicen que tiene mucha clase y un acusado sentido para elaborar asociaciones, que es rápido para resolver problemas, notable pasador y dueño de una cultura táctica importante. Sabe proteger a su defensa lo mismo que interpreta con lucidez a los atacantes. Pero le falta el despliegue que suele exigir Mourinho a los centrocampistas. La clase de trabajo que el mánager extrañaba en Granero, que, a pesar de ser más fuerte que Modric, fue descartado.

Los dos meses que se pasó sin entrenarse con un equipo, rémora de la larga negociación entre el Madrid y el Tottenham, tampoco han contribuido a mejorar el fondo físico de Modric. Preocupado ante su aparente fragilidad, ante el desgaste que podía sufrir con su selección, Mourinho se trasladó a Zagreb hace diez días para entrevistarse con el nuevo director técnico croata, Igor Stimac. Se vieron en la concentración del equipo cinco horas antes del partido contra Macedonia. Según la prensa croata, el mánager madridista pidió a Stimac que no utilizase a la estrella de su selección durante los 90 minutos. Al parecer, Stimac le prometió que le daría un refresco en la segunda parte sustituyéndolo por Radosevic. Al final, el resultado ajustado (1-0) y la lesión de Corluka obligaron a Modric a jugar los 90 minutos. Tampoco descansó Modric contra Bélgica. La relevancia del partido, en el camino hacia la clasificación mundialista, impidió cualquier dosificación.

Mourinho emite señales de que pretende establecerlo en el equipo inicial. Le dio entrada en el minuto 83 de la vuelta de la Supercopa, fue titular contra el Granada, y jugó tras el descanso contra el Sevilla. El sustituido fue siempre Özil, el jugador más creativo de la plantilla, un hombre querido en el vestuario y una debilidad de la afición. Su destino parece resuelto por el precio de su competidor. Modric costó 35 millones de euros más seis por objetivos.

No faltan voces entre los jugadores que señalan que este cambio no mejora el potencial ofensivo. Destacan que a Modric no le gusta acompañar las jugadas hasta el final mientras que a Özil le encanta. Además, recuerdan que Özil tiene recorridos más largos. Puestos a cotejar, creen que incluso Kaká podría desempeñarse mejor que Modric partiendo desde el medio del campo y llegando al área, tal como manda el manual del 4-3-3 mourinhista.

“Modric puede jugar de seis, ocho o diez”, dijo Mourinho en una entrevista concedida a la UEFA; “es un jugador de gran calidad y tiene la magia típica de los grandes talentos”.

Florentino Pérez quiso fichar a David Silva (ha ampliado su contrato con el City hasta 2017) este verano. Para sorpresa del presidente, cuando se lo comentó, Mourinho le respondió que no necesitaba ese tipo de jugador, que ya tenía cubierto el cupo. Tal vez se refería a Di María. Tal vez a Özil. Lo que Mourinho quería, para intriga de sus jugadores, era alguien como Modric.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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