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“Tenemos carácter”

Cesc, que no marcaba desde febrero, destaca las ganas del equipo de darle la vuelta al partido

Rafael Pineda
Cesc ante la entrada de Botía.
Cesc ante la entrada de Botía. marcelo del pozo (REUTERS)

En el preciso instante en que Mateu Lahoz pitó el final del encuentro, los jugadores del Barcelona fueron en busca de David Villa y le abrazaron. “Un gol siempre es importante pero cuando te da puntos contra un rival que te lo ha puesto muy complicado, pues aún es más bonito”, dijo el asturiano después de resolver un choque se había puesto muy a contrapelo. El Guaje puso el punto final a un relato trepidante que comenzó muy cuesta arriba para el conjunto de Tito Vilanova y que, sin embargo, terminó con la sexta victoria del Barça en otras tantas jornadas de Liga. Este resulta un bagaje que iguala el mejor arranque en la historia del club, el mismo que en su día encadenaron las plantillas de James Bellamy (1929-1930), Johan Cruyff (1990- 1992), Louis Van Gaal (1997- 1998) y Pep Guardiola (2009- 2010). Villa, que en los tres ratitos que ha juzgado (110 minutos) ya ha metido tres goles, remató un encuentro que, no obstante, tuvo como protagonista a Cesc Fábregas. El catalán llevaba desde el ocho de febrero sin ver puerta, 24 partidos seguidos, y en el Pizjuán lo hizo por partida doble. En Sevilla barrió el centro del campo y la frontal del área rival, estuvo en todos lados y también en la jugada que dejó al Sevilla con un futbolista menos. A falta de poco más de un cuarto de hora para el final, se encaró con Medel y el chileno le arreó un golpetazo con la frente en la cara. Mateu Lahoz no vaciló y mandó al sevillista a la caseta.

“Siempre he estado tranquilo aunque los goles no entraran. Hay gente que ha dicho y escrito mucho, pero yo sabía que iba a llegar porque detrás de mí hay gente muy buena. Está Leo, que filtra muchos balones, y Xavi, que te las pone picaditas”, concedió el goleador de la noche antes de subirse al autobús en dirección al aeropuerto. Llegado el momento de analizar lo ocurrido en el campo, Cesc hizo la misma lectura que su técnico y que la mayoría de sus compañeros, tanto en aquello relacionado con el juego del equipo como en la actuación del árbitro. “En todo momento nos hemos encontrado cómodos sobre el césped, aunque un gol en contra siempre afecta. Hemos demostrado que teníamos ganas de llevarnos el partido, tenemos carácter”, convino el centrocampista de Arenys, muy claro cuando se le pidió que opinara acerca de la expulsión de Medel. “Me ha dado con la frente en la cara, o sea que eso es expulsión. En el fútbol, este tipo de acciones son roja directa”, remachó.

Al igual que Medel, Míchel también vio la roja en los estertores del encuentro. Según el acta, por catalogar al árbitro de “sin vergüenza”, instantes después de que el Barcelona lograra el empate a dos. “No tengo por costumbre insultar a los árbitros. Yo nunca hablo de ellos y esta vez tampoco lo haré porque no quiero quitarles el foco a mis jugadores, que han estado fantásticos”, se limitó a decir el técnico del Sevilla.

Preferiría no tener que sufrir tanto, pero esta capacidad de sacrificio es importante” Tito Vilanova

Si algo no se le puede negar a este Barcelona es su capacidad para sufrir. Las remontadas son ya una constante —la de ayer ya es la cuarta en lo que va de curso—, por más que uno tenga que retroceder 15 años para encontrar la última vez que le dio la vuelta a un 2-0 en Liga. Casualmente fue también en Sevilla pero contra el Betis (1996-1997) y el conjunto de Van Gaal terminó imponiéndose 2-4. Otro dato revelador: De los 17 goles a favor que acumula el Barça en este torneo, más de la mitad (nueve) los ha logrado en el último cuarto de partido.

“Preferiría no tener que sufrir tanto, pero es importante tener esa capacidad de sacrificio porque demuestra la voluntad de ganar que tienen estos chicos. En ningún caso han dejado de intentarlo”, argumentó Vilanova. “Claro que me gustaría tener que intervenir menos y no cambiar tanto la disposición, aunque otro día arriesgaremos, nos meterán otro y el partido terminará en derrota”, reflexionó. Cuestionado acerca del arbitraje, Vilanova se mostró desorientado por el criterio que aplica Lahoz. “Un árbitro se puede equivocar, pero Mateu Lahoz llega un momento en que te modifica el juego porque los futbolistas ya no saben qué es falta y qué no lo es. Aquellas jugadas que para la mayoría de colegiados son falta, para él no lo son. No hay que confundir”, zanjó.

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