Hamilton: “Marcharme era la opción más emocionante”

Una semana después de sacudir el automovilismo entero al anunciar su desvinculación de McLaren a final de temporada y su incorporación a Mercedes, Lewis Hamilton apareció por el paddock del circuito de Suzuka con el gesto de quien se sabe protagonista del fin de semana antes de que este de comienzo. La comparecencia de Michael Schumacher en la que el alemán confirmó su retirada a final de año desvió un poco el foco, pero solo ligeramente. Muchas preguntas por responder y poco tiempo para hacerlo, aunque las primeras declaraciones del británico fueran claras y contundentes, hechas, según parece, sin darle importancia a todo aquello que insinúan. El miércoles, en Tokio, en su primera aparición pública después de dar a conocer su futuro, Hamilton se sincero pero solo ante la prensa de su país, por deseo expreso de Simon Fuller, su agente. En cualquier caso, el británico dijo allí que su fichaje por Mercedes responde más a un reto profesional que a cualquier otro motivo, por más que entre la oferta de renovación que McLaren le puso sobre la mesa y la finalmente aceptó hubiera ciertas diferencias, principalmente económicas pero también de compromisos publicitarios. A la vez, el chico de Tewin aseguró estar plenamente convencido de la decisión tomada, respaldado por el compromiso que ha recibido por parte de la marca alemana de apostar firmemente por su proyecto vinculado a la F-1.

Soy plenamente consciente de que el Mercedes no está para ganar el Mundial"

“No creo que sea un riesgo [el cambio de equipo]. He logrado grandes cosas con McLaren. Firmé con este equipo cuando tenía 13 años y junto a él he completado un viaje increíble”, aseguró Hamilton, antes de explicar este cambio de aires a partir de un argumento que, seguramente, no fue demasiado bien recibido por Schumacher y Nico Rosberg, la actual dupla de pilotos de las Flechas de Plata. “Podría haber optado por quedarme con el gran coche que tengo en estos momentos, en el que he trabajado muy duro para desarrollarlo, o ayudar a evolucionar un monoplaza que no lo está tanto. Al final, se trataba de elegir entre dos ofertas parecidas, pero la que he elegido es mucho más emocionante”, concedió el campeón del mundo de 2008. “El bólido que ahora piloto lo he desarrollado yo y el del año que viene, que será una evolución del actual, también será candidato al título”, añadió el que a partir de enero será el nuevo compañero de Rosberg, con quien ya coincidió en el pasado.

A Hamilton se le gira trabajo aunque él, según dice, sabe perfectamente lo que le espera. “Soy plenamente consciente de que el Mercedes no está para ganar el Mundial. Pero trabajaremos mucho para que la próxima temporada tengamos mejores resultados que esta, aunque para ello se necesita tiempo, uno no espera llegar y que las cosas cambien de golpe. Se trata de un enfoque más a largo plazo”, consideró el inglés, que al día siguiente (jueves), en la conferencia oficial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), se cerró en banda y descartó hablar del asunto –“No estoy aquí este fin de semana para hablar de eso, sino para hablar de tratar de ganar el Mundial”, dijo– para rechifla de la multitud que abarrotaba la sala de prensa de Suzuka. Si algo no tuvo narices de negar es la tranquilidad que le ha significado haber resuelto ya su futuro. “Es una sensación absolutamente fantástica el poder estar plenamente concentrado en las seis carreras que quedan. Sé que tengo mucho trabajo por delante, y también sé que le dejo un muy buen coche a este chico”, concedió Hamilton haciéndole un guiño a Checo Pérez, sentado a su lado.