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El ojo clínico de Simeone

Los jugadores del Atlético señalan como clave la lectura de los rivales que hace el técnico argentino y su capacidad para transmitírsela en los entrenamientos y en las charlas tácticas

Ladislao J. Moñino
Simeone da indicaciones desde la banda.
Simeone da indicaciones desde la banda.juan medina (REUTERS)

“No dejar pensar, no dejar pensar”, se escucha en un entrenamiento del Atlético en el Cerro del Espino de Majadahonda. Se disputa un partidillo a 20 metros y a dos toques y los repetidos gritos proceden de Diego Pablo Simeone. La intensidad es máxima y cuando decae, si es necesario, el entrenador argentino grita o para la pachanga para recordar la importancia de reducir las posibilidades de pase del contrario. Su insistencia en esa premisa prioritaria de desarmar el inicio de juego del rival es una de las armas, tan decisiva como su capacidad para motivar al plantel.

Desde esa virtud fundamental en el libreto de su entrenador, el Atlético está en disposición de asaltar el liderato mañana, cuenta por victorias sus dos partidos en la Liga Europa pese a jugar con suplentes y se ha ganado el respeto del fútbol español y europeo. Es un conjunto incómodo, farragoso para batirle las líneas de presión pase a pase.

La anticipación para incomodar la salida del balón del contrario es una premisa principal

El vestuario coincide en que su entrenador mantiene el ojo del centrocampista que fue para saber cómo cortocircuitar al contrario. “Él fue un jugador de mediocampo, muy agresivo, de intentar anticiparse tras un trabajo colectivo de un equipo que tiene que ser corto. El míster jugó y entrenó en Italia y allí se trabaja mucho con las líneas cortas”, razona el portugués Tiago. Las consignas del técnico van encaminadas a tratar de reducir las posibilidades del jugador contrario que lleva la pelota para, a su vez, que los que ejerzan la presión tengan menos opciones por las que decantarse para anticiparse: “Cuanto el equipo está junto, los contrarios tienen dificultades para jugar por el medio porque tienen las líneas más cerradas, no tienen tantas opciones y las que tienen, nuestro centro del campo, que está viendo el juego por detrás de la presión de nuestros delanteros, puede anticiparse con más facilidad para robar”, abunda Tiago.

Los futbolistas del Atlético también elogian unánimemente a Simeone su capacidad para extrapolar a los entrenamientos sus concienzudos estudios de los vídeos de los rivales. Ayer, algunos de ellos ya sabían por boca de su técnico que Joaquín, Isco y Eliseu intercambian posiciones durante los partidos. “En su etapa como futbolista en activo, El Cholo era de los pocos jugadores que dejaba la habitación para ver los partidos de fútbol de otros equipos. Le encantaba analizarlos”, asegura un peñista habitual en los desplazamientos al extranjero del Atlético: “En Tel Aviv, se me ocurrió preguntarle por el Hapoel y lo desmenuzó con todo lujo de detalles, tanto que casi ya me aburría. Vive el fútbol y su profesión con una gran pasión”, prosigue el seguidor rojiblanco.

Los rojiblancos son el equipo que menos remates reciben por partido: 8,7

Los entrenamientos de Simeone varían cada semana en función del rival, la mayoría de ellos en este curso maniatados a la hora de jugar la pelota. “Programa el trabajo de manera especifica para poder contrarrestar lo positivo de los contrarios y ver dónde podemos hacer daño nosotros”, explica el lateral Juanfran.

Las estadísticas rubrican ese trabajo. El Atlético es el equipo de la Liga al que menos le rematan a puerta: 8,17. Sale a gol por partido, pero la mayoría de ellos han sido más por despistes y errores individuales puntuales o desplomes de tensión, tal y como sucedió con los tres tantos encajados ante el Rayo Vallecano en los últimos seis minutos.

El primer tiempo ante el Valladolid (2-0 al descanso) fue perfecto para acogotar al contrario en su campo, desde la presión, la anticipación y una colocación que les hizo ganadores a los rojiblancos en todas las segundas jugadas. Esos 45 minutos fueron un fiel reflejo de ese “no dejar pensar” que un interlocutor del club también escuchó y analizó: “Hay veces que para ganar los partidos te puede valer simplemente con la colocación y nosotros siempre estamos bien colocados. Lo que se ve trabajar en los entrenamientos, esa predisposición a anticiparse para robar, es lo que luego se ve en el campo”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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