_
_
_
_
_

Özil reconquista su puesto ante Modric

El alemán, decisivo en el Camp Nou, recibió los elogios de su entrenador por su gran trabajo

Diego Torres
Özil trata de quitarle el balón a Messi.
Özil trata de quitarle el balón a Messi.Alejandro García (EFE)

Decía Pep Guardiola la temporada pasada que el despliegue físico fue lo que más le asombró en la evolución de Mesut Özil en el Madrid. El que fuera técnico del Barcelona no fue el único en reconocer sus dudas sobre el desarrollo atlético de un futbolista cuyas exhibiciones de manejo y claridad en el pase resultaron inequívocas desde que comenzó a electrizar los partidos del Werder Bremen allá por el año 2008. Quedaba por ver cómo respondería su cuerpo flaco y ligero a la exigencia del esfuerzo continuo. El domingo en el Camp Nou el alemán, de 23 años, confirmó que avanza con paso firme en la senda que trazan los futbolistas extraordinarios. El pase de gol a Cristiano en el empate 2-2 del clásico coronó su gran partido.

Hasta el viernes, José Mourinho no tuvo claro si alinear a Özil o a Modric. Ese día el mánager madridista organizó un test para poner a prueba a Luka Modric en situaciones análogas a las que se encontraría contra el Barcelona. Fue un simulacro. Modric ocupó la media punta por delante de Xabi y Khedira y el técnico, tras varios ejercicios, comenzó a dar muestras d disgusto.

Los observadores en Valdebebas comentan que el lenguaje gestual de Mourinho es significativo. Cuando no le gusta lo que ve en un partidillo suele girarse dando la espalda a los futbolistas y dirigiéndose a uno de sus ayudantes —normalmente Rui Faria— para comentar lo que le desagrada. Esto hizo el viernes, mientras Modric daba muestras evidentes de no poder ejecutar las ideas que tiene el entrenador. Esta incapacidad, según los jugadores, tiene más que ver con aspectos físicos, o psicológicos, que puramente técnicos. Como dice un futbolista del Madrid: “Modric es un virguero. Es un artista. Özil y Kaká tienen más aguante, llegan al área rival. Y a Mourinho le gusta lo práctico”.

El pasado viernes, Mourinho hizo un simulacro en el entrtenamiento con el croata de mediapunta pero pronto se dio la vuelta con gestos de disgusto

Algunos de los jugadores más veteranos de la plantilla del Madrid coinciden en el análisis: Kaká y Özil están mucho más fuertes que Modric. Pero el que más en forma parece es Özil. El alemán nunca se ha mostrado tan resistente y tan capaz de hacer esfuerzos explosivos. Lo saben sus compañeros y lo sabe Rui Faria, un buen preparador físico.

Mourinho llevaba un mes criticando a Özil por no darlo todo en el campo. En Valdebebas, muchos jugadores no comprendían la actitud agresiva del técnico. Unos suponían que sólo quería motivarle, sabedor de que los jóvenes de gran talento son refractarios al sacrificio. Otros interpretaban que al mánager le molestaba que Özil se mezclara tanto con los españoles, como se evidenció en el episodio de la camiseta de Sergio Ramos. Otros conjeturaban que necesitaba dar cancha a Modric, el fichaje por el que tanto bregó durante el verano y que costó en torno a 40 millones.

La recuperación de balones, dato que con frecuencia revela el desgaste físico en un atacante, parece indicar que en el Camp Nou Özil no hizo nada especial: robó una pelota. Igual que contra el Sevilla y el Depor, donde jugó medio partido y fue señalado por el entrenador.

El alemán nunca se ha mostrado tan resistente y tan capaz de hacer esfuerzos explosivos

El domingo, tras el 2-2, Mourinho elogió el rendimiento atlético del media punta. “Özil”, dijo, “ha salido del partido porque estaba agotado y estaba agotado porque no está habituado a trabajar tanto. A partir del momento en que consiga hacer lo que ha hecho hoy contra el Rayo, el Deportivo, el Getafe… Cuando trabaje siempre así, fisiológicamente acabará adaptándose”.

El primer año de Özil en el Madrid refleja las reticencias del técnico al considerar su capacidad atlética. En el primer clásico de la temporada 2010-2011 lo cambió en el descanso. En el segundo, también en Liga, entró a jugar en el minuto 57. En la ida de las semifinales de la Champions, contra el Barça, volvió a ser sustituido en el descanso. En la vuelta, entró en el minuto 60.

En el clásico del domingo, Özil fue al banquillo en el minuto 80. Siete minutos después, Mourinho cambió a Di María por Essien y constituyó un trivote. Había que proteger el punto del empate. Ese punto que logró Cristiano Ronaldo gracias a un pase de Özil en el minuto 65. Recompensa a la paciencia con un futbolista talentoso y más fuerte de lo que pueda parecer.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_