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El pasaporte contra Barredo

La federación abrirá expediente sancionador al ciclista asturiano, que se arriesga a una sanción de dos años, por sus datos sanguíneos

El País
Carlos Barredo, durante la última Dauphiné
Carlos Barredo, durante la última DauphinéClaude Paris (AP)

La Federación Española de Ciclismo recibió este jueves de parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) los datos del pasaporte biológico (indicios de dopaje sanguíneo) de Carlos Barredo con la petición de que se le abra expediente sancionador. El comité de competición de la federación procederá seguramente este viernes a abrirlo. Su tramitación durará probablemente hasta Navidades y si el comité decide que es culpable, el ciclista asturiano, de 31 años, recibirá una sanción de dos años.

El Rabobank, equipo con el que termina su contrato el 31 de diciembre, lo había suspendido provisionalmente en junio pasado. Barredo, un habitual del Tour de Francia, no ha corrido desde la Dauphiné Libéré (10 de junio), pretextando una rotura de costillas tras una caída sufrida en un entrenamiento.

Los hechos que se le reprochan a Barredo –la no concordancia de sus datos de hemoglobina, hematocrito y reticulocitos con lo que debería esperarse estadísticamente de su perfil—se remontan a 2010, cuando corría en el Quick Step, el año que ganó la etapa de Lagos de Covadonga en la Vuelta, y a 2011, cuando ya estaba en el Rabobank. La asociación del escalador asturiano con las dudas dopantes salió por primera vez a la luz en mayo de 2011, cuando el diario L’Équipe publicó una lista, supuestamente en poder de la UCI, con los corredores más sospechosos del Tour de 2010. En ella, con un 10 nada menos (compartiendo matrícula de honor con Yaroslav Popovich, compañero de Armstrong en el RadioShack), figuraba Barredo. Desde entonces, el proceso, lentísimo, no ha parado de fluir subterráneamente. Resurgió de nuevo en agosto, cuando su equipo admitió que la UCI había enviado al corredor un cuestionario sobre sus valores sanguíneos en el periodo 2007-2011.

El Rabobank, equipo con el que termina su contrato el 31 de diciembre, lo había suspendido provisionalmente en junio pasado

“En este momento surrealista e increíble, quiero decir GRACIAS al Rabobank, por su apoyo desde el primer momento. GRACIAS AMIGOS”, tuiteó Barredo cuando la UCI anunció oficialmente el expediente disciplinario. El ciclista, surgido de la cantera del Liberty de Manolo Saiz y ganador de la Clásica de San Sebastián en 2009, siempre ha negado cualquier práctica dopante, y así se lo ha declarado formalmente a su equipo. El Rabobank emitió un comunicado manifestando su apoyo, aunque advirtiendo que si Barredo había mentido que se atuviera a las consecuencias.

El pasaporte biológico, puesto en marcha hace media docena de años, tras la Operación Puerto, es la gran aportación del ciclismo a la lucha contra el dopaje. En los tiempos de sofisticación de dopaje –transfusiones sanguíneas indetectables combinadas con estancias en altitud e indetectables microdosis de EPO para confundir los datos—es la única arma que de vez en cuando da resultado. Sin embargo, su procedimiento es lentísimo y supone la consulta de los datos con un comité de expertos que debe aceptar por unanimidad la probabilidad de una manipulación prohibida. Recientemente, el experto australiano Mike Ashenden afirmó en diversas entrevistas que los datos de Lance Armstrong en las temporadas de su regreso (2009 y 2010) eran compatibles con dopaje sanguíneo, y que en cierta forma le extrañaba que la UCI no le hubiera expedientado.

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